Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

miércoles, octubre 12, 2005

Tomemos el ejemplo de la conciencia (para acabar con algunos mitos)

En 1215, el IV Concilio de Latran tomó decisiones que marcaron para siempre la evolución de nuestras sociedades. Entre ellas, instituyó la confesión obligatoria. Lo que después se llamó "examen de conciencia" contribuyó a liberar la palabra, pero también la ficción. Hasta ese momento, los parroquianos se reunían y confesaban públicamente que habían robado, matado o engañado a su mujer. Ahora se trataba de contar su vida espiritual, en secreto, a un sacerdote. Tanto para mí como para el filósofo Michel Foucault, ese momento fue esencial para el desarrollo de la introspección, que es una característica de la sociedad occidental. No hace falta que le haga notar que bastaría con hacer girar un confesionario para que se transformara en el diván de un psicoanalista.

Jacques Le Goff, en una entrevista al diario La Nación.

2 Comments:

Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Qué ciudades las MEdievales, con sus torres y catedrales góticas...

Si pasara por el túnel del tiempo, iría aver sus fiestas...
...


Confesarse: a veces me ha provocado hacerlo,
era una nena,laúltima vez que lohice.

9:00 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

yo veces me confieso en el blog porque en el confesionario de la iglesia ya no me reciben

3:53 p. m.

 

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