Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

lunes, agosto 30, 2004

Veruca Salt

Hoy he llegado a la conclusión -nuevamente- de que el objetivo de vida de mi hermana, la razón última de su existencia, es hacerme la vida imposible cada vez que puede. De hecho, fuera de sus rutinas alimentarias, solo abre la boca para reclamar algún derecho inexistente, para polemizar sin mayor argumento que su propio egoismo y bostezar de cuando en cuando si es temprano. Nos dirigiremos unas 70 palabras a la semana. Huelga decir que no es nada. Por su parte ninguna de ellas está desprovista de una suerte de lepra anímica, como si menstruara todo el tiempo, o quizá solo cuando me habla. Qué puedo decir. Pobre.

Encima la niña quiere ser sicologa a pesar de su capacidad cero -e interes nulo- para resolver conflictos, lo cual aparentemente no tiene ninguna importancia ni contradicción para ella. Hasta donde entiendo, percibe la carrera como una herramienta para manipular a su sola vanidad y soberbia, en tono con sus vaivenes anímicos, en el marco del capricho perpetuo que es su vida, al primer infeliz que se cruce por su camino. Desafortunadamente, vivo con ella. Tendré que ser aquel infeliz hasta que se case o se mude, hasta que haya otro, además mononeuronal, al que por elección propia lo convenzan argumentos exclusivamente voluptuosos.

Me quejo de sus rabietas de quinceañera (¡y eso que ya va por base 2!). Pero termine escribiendo una.

1 Comments:

Blogger Eduardo Villanueva said...

Jajaja, mi hermana menor de 21 tiene los mismos problemas y a veces quiero pegarle. pero ya no puedo. bah!

2:41 p. m.

 

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