Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

miércoles, noviembre 10, 2004

De nuevo insomnio [afterhours]

Te nombro y te desvaneces.
Hechizo inverso.
Extraña invocación.

Hoy quise reclamar tu presencia bajo el puente
como esos cachetes rojos de los alcoholicos sobre las aguas del Sena
o como el hielo revoloteando al fondo de un vaso que no está lleno
o derritiéndose sobre la muñeca de un cuerpo que palpita.

Hoy quise pero no pude.
Perversa invocación. Extraño puente.

Qué cayas cuando dices silencio.
Qué cuando hablas de partos, sinónimos, frambuesas y mares.
Qué, son hechizos.
Evidencia de distancia.
No distancia en si misma.
Son.

Y el pálpito deviene materia.
Hoy quise. Hubo nada.

Un gusano desplegándose en la acera.
Un canto de ave recortando la figura de la noche.

De tí, nada.

Deviene.

Una cordillera. Una palabra. Qué.
De pronto la sensación de que trago arena.

(Me acuerdo de cuando ladeabas tu cuello para decirme: "nada es perfecto a pesar de la simetría de mi espalda y de los años por venir". Eramos más jóvenes y nada parecía importarnos).

Extraño hechizo.
Qué nombre.
El tuyo es la materia misma de mis actos.
Luego nada. Solo el puente.
Solo. Qué.
No presencia, dices.
Y con los cachetes rojos, pero por el frío, te desvaneces.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

y luego soy yo la que está sola

10:10 a. m.

 
Blogger Onophrius said...

a que jklñshgpajfhds`pbhpàdfi`h+iadfh`gaihd`bihà saofh`hi`ìh`iaohs+g ih+asmn ´knf´kn´kñjn ákh´kh +kh+kh+h+iho...

si lo supiera con certeza habría hecho algo al respecto :D

4:05 a. m.

 

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