Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

lunes, diciembre 11, 2006

Benedetti a los 86

Recuerdo una experiencia muy curiosa que me pasó en Guadalajara. Habíamos dado ese recital que hacíamos con Daniel Viglietti, A dos voces, y después nos pusieron en una habitación para quienes querían que les diéramos autógrafos. Vinieron un hombre y una mujer y me dijeron: "Queríamos saludarlo porque nosotros estuvimos casados; ahora estamos separados, pero nos conocimos por un poema suyo". Yo me quedé en Guadalajara y un día que estaba firmando en una librería estas dos personas volvieron a aparecer. Me dicen: "Vinimos de nuevo a saludarlo porque estuvimos leyendo otra vez sus poemas y nos vamos a casar de nuevo".