Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

lunes, noviembre 29, 2004

R.I.P.P.C.

Parece que la poesía y el mundo virtual no andan de la mano por estos lares: en algún momento del día sábado la compu empezó a sonar como si se estuviera hirviendo un caldo espeso en su interior, crema de zapallo o goulash (el húngaro, no como lo preparan por acá). Según entiendo, un virus malévolo que odia las palabras fue inoculado en el disco duro de mi pc. Por este motivo cerca del 75% del contenido desapareció sin dejar rastro. Estoy furioso, así que se ofrece buena gratificación al que atrape al virus vivo o muerto. Se pagará el doble, en las especias que se crea necesarias, al que brinde cualquier información sobre el paradero del 75% perdido.

Por ende, este blog queda fuera de servicio hasta nuevo aviso.

PD: una sola buena noticia: parece que tendré un ejemplar autografiado por Norman Mailer.

viernes, noviembre 26, 2004

Recital

Hoy celebramos la visita número 5533. Y como todas las fiestas que hacemos acá terminan alterando el orden público o la geografía del mundo, esta vez vamos a dejar a Baco tranquilo para deleitar a las musas.

Asi que aquí sí hay poesía. Por lo menos ahora que organizamos un recital. La cosa es como sigue:

Uno a uno, conforme vayan llegando, los asistentes se pondrán de pie o de cabeza o de codo o como les de la gana, y recitaran el poema que deseen en los comments. Puede ser largo o corto, escueto o ampuloso, dulce o ácido, empalagoso o árido, rimado o libre; sádico, espiritual, húmedo, infantil, terrenal, seco, conceptual, romantico, erótico o como se les ocurra. Si les provoca, pueden usar algunas o todas las alternativas a la vez. Vale inventar géneros literarios, revolucionar el universo y desbancar tradiciones de lírica ancestral. Es poesía: hagan lo que quieran.

Los poemas que se lean deberán consignar debidamente el nombre del autor, y si es posible el año y el nombre de la publicación a menos que el poema sea de quien lo lee o no se conozcan estos datos. En este último caso deberá aclararse que el texto no es propio. En este blog estamos a favor de la cultura libre pero no del plagio.

Eso sí: nada de aventar fruta podrida o animales muertos a los que esten recitando. Tampoco, a la audiencia. Menos, a los que pasan por ahí y se preguntan qué hacen esa sarta de dementes. A menos, claro está, que eso le aporte algún sentido a la lectura del texto. Es que nos encantan las intervenciones y performances. (En cierta ocasión y como gesto de desprecio, a Marinetti el futurista, le tiraron una manzana mientras recitaba. El muy vivo la peló y se la comió en escena).

La lectura se realizará en cualquiera de estos cuatro escenarios: bajo el agua, en el corazón de un volcán, sujeto a una cometa o entre las raíces de un arbol baobab. Ustedes eligen adónde. Si tienen una idea mejor, también vale.

Se pueden leer cuantos poemas se quiera y tantas veces como se les antoje. Todos los idiomas son válidos. Si necesitan inventar uno para expresarse, pueden.

Para romper el hielo, yo empiezo.

jueves, noviembre 25, 2004

Aviso clasificado

En algún momento de este día he cumplido o cumpliré 25 años de existencia: se cambia cuarto de siglo por cuarto en Bali con vista al mar.

Verri fani

El abismo

El señor del saco gris empaca en una caja de fosforos hienas, agujetas, metales y duraznos. Su esposa sugiere que doble en tres partes al hombre de la calle que lleva puesto un sobrero de copa.

-Ya tengo dónde sentarme -responde-, y es buen momento para recoger lisas de los árboles.

La señora, ofendida por la súbita mala conducta de su marido, se saca la peluca y hace con ella un arbol de navidad. Luego le da un beso al hombre de la calle y este le apreta un pezón.

De pronto el piso se agrieta y resquebraja entre los esposos y se escucha a alguien decir "prefiero una buena dentadura". Ahora un abismo atraviesa la habitación y los separa.

El señor del saco gris observa que al otro lado de la profunda zanja su mujer simula un orgasmo. Entonces tararea una canción hawaiana, se acuesta en un sillón reclinable y erupta satisfecho.

Definitivamente, hoy no viajará.

miércoles, noviembre 24, 2004

100 nuevas formas de sentirse inútil

Me sorprende la enorme cantidad de gente que sin querer cae por aquí buscando artilugios como "noticias de chicas calatas" y sus infinitas variantes: señoritas calatas, adolescentes calatas, www. chicas calatas, etc. Para esta lista hemos suprimido cincuenta entradas al google publicadas anteriormente, no solo sobre calatas, si no también sobre temas diversos. Esa lista -la de las entradas suprimidas-, pueden encontrarla haciendo click aquí.

Entre mis predilectas figuran muñequitos sacando lengua, huevo de angelote, vico y su grupo caricia -todo un honor, a estas alturas-, traje smokin niño, y mi favorita, historias sobre dragones.

Así que si busca desnudez es posible que esta vez no la encuentre. Cuando menos, no de la especie que desea. Y si de todos modos se muere por ver algo de piel, para la próxima le prometo, no 100 cosas inútiles si no 110 formas de hacer un strip tease.

Y dice así (esta vez me dió flojera pegarles los links):

conceptos sobre curtiembre
peter stamm anneke
roald dahl diez pequeñas historias
todo sobre raiz cuadrada
www. chicas calatas


historias de miedo mas insolitas
historias sobre la solidaridad
historias de mea culpa
esperando a godot
historias insolitas de bandas musicales

historias sobre alcohol
historias de brujas
cosas
juego de chicas calatas
historia sobre la mermelada de piña

cartas de un asesino insignificante
historia de la histeria
historias de bangkok
noticias de chicas calatas
señoritas calatas

historias sobre niños de la calle
historias sobre la muerte
lupita ferrer desnuda
su verga negra
anneke

musica sicodelica peru
juicio sumario es
christopher rif
historias sobre el mar
historias calientes

puente h-bridges
yuyarisun
cachetes grandes
historias de ebay
historias de arequipa

disfraces
trozos – ordonez carlos
explicación del punto de cruz
arthur l morgan profile
razani (muñeca)

historia george loring frost
historias sobre igualdad
el cortejo de orfeo apollinare
intestino eces frio
delfin cortejo

philip lance van every
folklor de puno
curvatura tierra oliver
cachetes rojos
hija del insomnio blogger

pensamientos y pequeñas historias
sicología
sapp political instability
pequeñas historias de medellín
sinuhe el egipcio

afiches de pinocho
historias sobre la responsabilidad
george loring frist
historias de papanoel
juego de dominó automatas

historias sobre la virtud
residencia sullivan. Michael p..johnson,
historias gr
historias de la vida teal
historias sobre el albedrío

historias de spanking
chesterton libros esfera y la cruz
todo sobre las historias de arequipa
tengo * invitaciones * gmail
historias sobre el perdon

hedone
raíz cuadrada
narrador de las aventuras de tom sawyer
muñequitos sacando lengua
adolescentes calatas

difraz de pascua
el bestiario el cortejo de orfeo
spanking historias
huevo de angelote
enrique anderson imbert/el suicida

vico y su grupo caricia
vagina adonis foto
historias sobre el coco
historias de meadas
siquiatra

historias sobre marciano
historias sobre dragones
vamonos al rancho
bioritmos vitales
william golding genero literario

cosas plenas
papel colomural en arequipa
historia c.gilbert co
serenazgo
historias sobre dragones

pequeñas historias con humor.
there was a princess elizabetha
gustan rober kirchhoff
traje smokin niño
historias de azar

Escena cotidiana

-Ayudame con las cosas del mercado -dijo la señora de ojos lilas.

La niña, que estaba jugando a los trabalenguas, entró en un berrinche espantoso y se sentó en el piso con las piernas sobre los hombros. Su mascota, un perro que cuando abría la boca dejaba escapar mariposas, meó una rafaga de fuego en la llanta del automovil.

Para el padre ambos estaban insoportables, así que no le quedó otra que llevarse a la niña y al perro colgados de la hebilla del cinturón. A la señora, le mordió los labios y le apretó un cachete para que se quedara tranquila.

Una vez que hubo terminado de cargar las cosas se quitó los zapatos y los puso a macerar en salsa de tomate. Los pies los metió en el baúl para que estuvieran listos para la primavera.

La niña y el perro se quedaron castigados dentro del horno hasta la hora de la cena, momento en el cual estuvieron jugosos y tostados.

-Tiene seis años y aun no entiende -se lamentó el señor después de comer sacándose un trocito de berenjena de las orejas-, la comida debe servirse fría.

En ese momento, sin que él lo notase, la señora bostezó y se le vió la laringe.

martes, noviembre 23, 2004

La lluvia sobre el mar

y demás desvaríos (enciende los parlantes y sube el volumen).

Quiero ser un dragón cristiano

Q: How can you be a dragon and a Christian at the same time?

A: Many shifters worry that they are so strange that they can never be accepted into the Body of Christ. That's not true and its not being fair to Christians. We Christians accept people from all walks of life. I'm proof of that.

I have been told that my shifter feelings are a lie from satan and that God has a plan for me in this human body. Well I don't know what that plan is, and as far as I can see, that divine plan will never see fruition because I feel too much like a loser to implement it.

So I need to be a dragon, a beautiful and powerful dragon that's fears not what men can say or do and attracts many followers. If I was a dragon, I could do so much good for this world because my self-confidence would return to me. I pray constantly to God to change me, and He tells me to wait.

If I can handle being a Christian, you can too, because I'm more f***** up than you are.

Se casó el chavo

Según la página del chavo del ocho el 19 de Noviembre se realizó el matrimonio civil entre Roberto Gomez Bolaños y Florinda Meza, tras 27 años de union libre. A manera de regalo de bodas les mando este texto que ya no está al día pero que me trajo mucha satisfacción en el momento en que lo hice. Apareció originalmente en El Comercio el 10 de Octubre del 2003. Ojala les guste. Acá encuentran el que apareció en Soho completo y aquí un fragmento del que salió en Etiqueta Negra.


La pelona en la vecindad

Hace unos días se supo que el grupo Disney quiere adoptar al Chapulín Colorado. Pero el Chavo del 8 sigue siendo el huérfano más famoso de Latinoamérica. Lo que sigue es la trama final de sus protagonistas.

I. La Vecindad

Qué bonita vecindad era la vecindad del Chavo. Se hizo hace tantos años ya y aunque no valga medio centavo, la seguimos queriendo mucho porque es linda de verdad. Esa vecindad de tripley con fuente de teknopor en el segundo patio, esa que sedujo a miles y albergó a las familias disfuncionales más entrañables de la televisión latinoamericana. Cuanta violencia, decían los maestros jalándose los pelos, en tiempos en que no había ni Pokemón ni Dragon Ball. Vuelvo a la primaria: ¿A ustedes les parece gracioso que al pobre Don Ramón le caiga siempre un golpe inmerecido?, reprocha la profesora Vilma del tercero B del colegio Monte María. Sí, nos parece gracioso. Para ser honestos, nos reímos a carcajadas. Y también nos gustan los cocachos con ruido de campana, el ronroneo interminable de Quico cuando llora, y el pi-pi-pi-pi-pí del Chavo. Los niños son crueles dicen. Pero la realidad también.

¿Qué es lo que hacía que semanalmente 350 millones de corazones de niño –chicos y grandes-, se conectaran al televisor a la misma hora y en el mismo canal para seguir las empresas y desventuras del clásico de gorrita? ¿Qué motivaba que todos esos corazones se emocionaran al escuchar The Elephant Never Forgets, de Jean-Jacques Perrey, que servía de entrada a la serie, sin conocerlo a él y sin importarles en lo mas mínimo que se había inspirado en la Marcha Turca de Beethoven?

Se ha ahondado mucho en las razones del éxito del Chavo del 8, pero a ciencia cierta nunca sabremos qué es lo que lo hace tan divertido. Algunos esbozan argumentos sobre la precariedad técnica del show y el desamparo de los personajes, otros dicen que la gracia era el chiste predecible. La mayoría apunta a la facilidad con que los niños se identifican con los personajes: cuenta Chespiríto, o Shakespeare chiquito como lo bautizó un director de cine, que durante una estadía en Colombia con todo el elenco, cuando visitaban sitios turísticos, un niño ambulante que vendía golosinas subió desde un paradero al bus en el que viajaban, y luego de detenerse por los asientos ofreciendo sus dulces, llegó al lugar que ocupaba el Chavo. Toma, le dijo entregándole todo el dinero de sus bolsillos mientras lo miraba perplejo, para que te compres tu torta de jamón. Al señor Gómez Bolaños no le quedó otra que recibir el dinero para no quebrarle la ilusión. En el fondo, el chavo era ese niño. Los niños son crueles y la realidad también, escribí antes. Me corrijo: la realidad y el chavo son crueles pero tiernos a la vez.

Y es que este show de la miseria, la pena y la risa tenia la inteligencia de vanalizar asuntos tan graves como el desempleo perpetuo de Don Ramón, la histeria irremediable de la bruja del 71, y la muerte que aparece desde el planteamiento de los personajes. Por ejemplo, Quico, también conocido como cachetes de marrana flaca y cachetes de toronja de a peso, sigue llevando un traje como el de su padre, que cuando vivía era marino y que ahora descansa en pez. A la pobre vieja chancluda de Doña Florinda no le queda otra entonces que decirle al huerfano de su hijo vamos, tesoro y dejar la alta sociedad que los cobijaba para irse a vivir para siempre al catorce de la vecindad con la chusma. Daba la impresión de que hubieran pasado a ser los parientes pobres de algún aristócrata mejicano. Desde entonces la doña no dejaría de arreglarse el pelo con ruleros, preparándose, supongo, para un encuentro con el maestro Longaniza, encuentro que -¡ta!, ¡ta!, ¡ta!, ¡ta!, ¡tá!-, nunca llega a pesar del humilde obsequio y de las tacitas de café.

Don Ramón es un desempleado mil oficios. Dice que ha sido mecánico, fotógrafo, cantante, guitarrista y torero, pero en el capítulo en el que se lleva a casa el sombrero del patrón no se menciona qué trabajo realizaba. En la página del chavo (www.chavodel8.com) refieren que enviudó cuando su esposa optó por darle la vida a su hija en vez de [conservar] la suya. Inclusive, en uno de los episodios se ve en una pared de su casa una foto en la que presuntamente aparece al lado de su fallecida esposa. Pero nada de esto apena a la chimuela Chilindrina, que usa lentes sin vidrios y toma el nombre de un pan charro con azúcar espolvoreada que parece tener pecas. Apodada la coladera, la salpicada o tarántula con gafas, es la más inteligente del grupo pero usa sus cualidades para engañar al Chavo, a Quico, y especialmente al platudo de Ñoño. La usurera se justifica: lo que tenían de brutos lo tenían de brutos.

De los familiares del Chavo no sabemos nada. Sabemos que tiene ocho años, que vive en el ocho aunque nunca nadie haya visto esa casa, que la casa está en el primer piso y que, como nos informa la web, según Doña Florinda duerme en un petate, y no en el barril como se piensa. Luego la página agrega dice que tiene padres pero que no se los han presentado. Ahora bien, cuando se le pregunta su verdadero nombre o con quién vive alguien interrumpe la conversación. Algo similar ocurrió en el chat que el diario mejicano La Reforma concertó con Roberto Goméz Bolaños cuando se lo preguntaron a él: le dieron ganas de irse al baño.

Así que de saque la vecindad estaba plagada de fantasmas, pues la muerte era fundamento y raíz de algunos de los personajes que conocemos. Pero también asunto de todos los días porque era parte de los juegos de los niños y sustancia de sus temores: son clásicos los capítulos de la llorona, de los espíritus chocarreros y de la lagartija que mató el Chavo con su resortera y con la que se la pasan juegando lo que dura el show. Menos conocido pero tal vez más oscuro y gracioso es ese en el que el gato de Quico muere atropellado por la bicicleta de Don Ramón que, sin querer queriendo, el Chavo manejaba. Por supuesto, golpe a don Ramón y chusma-chusma con un Quico que necesita ritanil.

Y hasta aquí todo está bien en la bonita vecindad, porque Jaimito el cartero de Tangamandapio podía seguir dando sus rondas caminando al lado de su bicicleta para evitar la fatiga, el señor Barriga podía pasar a cobrar aunque no se le pague –¡pum! y ¡tenía que ser el chavo!-, y Don Ramón podía escurrirse de los lances amorosos de la solterona Doña Clotilde, que siempre estaba de buen humor a menos que los niños le dijesen que era la bruja del 71. Y como bruja que era infundía miedo. Miedo gracioso, en broma a veces. Hasta que llegó la pelona.

A los mejicanos les gusta pintarla flaca hasta los huesos, con su sonrisa amplia y descarada, en plan de juerga, cegando las almas que se lleva para siempre a otra vecindad que no es de este mundo.

II. La Realidad

La pelona cegó primero la vida de Don Ramón Valdéz, que en realidad era a la vez actor y personaje dentro y fuera del set. Se vestía con camiseta y jean en su vida cotidiana y en la de ficción, y dice la página del Chavo, que Rubén Aguirre hace una comparación al decir que a Ramón Valdéz costaba hacerlo trabajar, siempre había atrazos en las grabaciones ya que Don Ramón no llegaba a la hora que habían fijado. Más adelante añaden que Chespirito solamente le decía sé tu mismo Y lo fue hasta que en el año 79 se separó de él. Trató de escaparse de la muerte como se escapaba de los cobros de Don Zenón Barriga y Pesado –compermisito dijo Mochito- pero el 9 de agosto de 1988 falleció de un cáncer pulmonar a la edad de 65 años. Antes Carlos Villagrán le había dicho nos vemos allá arriba en el cielo. Ramón le respondió no te hagas el loco, allá abajo en el infierno.

La madrileña Angelines Fernández Abad había sido pionera del cine mejicano y había trabajado con Arturo de Córdova y Cantinflas, en El Esqueleto de la Señora Morales y El Padrecito, respectivamente. Durante veintitres años personificó a la bruja de mentira más querida del mundo hispano, gracias a que su amigo Ramón la recomendó a Roberto Gómez para hacer su contraparte en la serie de la vecindad. Cuando Ramón Valdez murió, quedó de pie dos horas junto al ataúd diciendo mi rorro, mi rorro. Se habían querido mucho y eran grandes amigos. Cuando ella se deprimía, lo llamaba para que la fuera a ver. Pronto la pelona les haría el favor de reunirlos: víctima del tabaco, la bruja del 71 fallecería por extraña coincidencia a la edad de 71 años el 25 de marzo del 94.

El 3 de febrero del mismo año había muerto ya de un paro cardiáco, debido a complicaciones diabéticas, Raul ‘Chato’ Padilla o Jaimito el cartero para los que seguiamos al chavo. Habiendo evitado la fatiga toda su vida, ahora no había fatiga posible porque descansaba en paz. Y esta vez no hubo un bueno como la bola de manteca del señor Barriga que le pague el regreso a la vida como le pagó al Chavo el viaje a Acapulco. Y no tuvo que ser el Chavo sino problemas cardiácos los que obligaron a Edgar Vivar a dejar de trabajar con Chespirito. Enfrentó un problema glandular severo que lo infló más aún que a la pelota cuadrada que Quico se pasó esperando toda su vida, hasta que redujo su peso en 50 kilos en un periodo de un año, producto de un severo tratamiento médico. La pelona, resignada, lanzó un suspiro de disconformidad y siguió de largo.

El último en irse ha sido Godinez, que era el más volado de todos en el salón del kilómetro de cañería o ferrocarril parado, dos de los tantos apodos del profesor Jirafales. Se sentaba al fondo del salón en el último asiento y siempre respondía yo no fui a la sola mención de su nombre o a cualquier cosa, sin tener ni la menor idea de qué se le estaba preguntando. Horacio Gómez era hermano de Roberto y participaba animado en los preparativos que Televisa realizaba para homenajear a Chespirito a comienzos del 2000 cuando, ¡chanfle!, un infarto lo fulminó a la edad de 69 años el 21 de noviembre del 99.

No obstante, a Chespirito no lo ha inmovilizado nunca la garrotera porque sigue tan activo como siempre y eso que supera las siete décadas. Dibujante, escritor, publicista, actor, compositor y director, es responsable de la obra de teatro más exitosa de la historia de Mejico, 11 y 12, con más de 2800 funciones desde que se estrenó en 1992. Ha dirigido, producido, escrito y actuado en cinco películas y ahora trabaja en un filme de animación. Es que Chespirito mide un metro sesenta pero quiere ser grande como Dios. ¿O es que Chespirito es Dios?

Felizmente casado con Florinda Meza, a algunos les pareció capricho de viejo que le entablace un juicio a María Antonieta de las Nieves, quien todo lo que tuvo lo perdió en la bolsa y a quien solo le queda su personaje. Años atrás hubo una querella similar con Carlos Villagrán por el uso de Quico. Chespirito alegó que había un documento que se había firmado en los ochenta en el que los actores cedían la propiedad de los personajes para evitar que una compañía peruana lucrase con muñecos no autorizados. Dice que lo único que quiere es que reconozcan su mérito y respeten sus derechos de creador. Es que Chespirito es Dios pero también el diablo. Pero ese es tema de otra historia. Y mientras esa se va escribiendo, la pelona va completando su ronda por el barrio. Sus dientes crujen mientras murmura: ¡qué bonita vecindad! y sonríe fría.


lunes, noviembre 22, 2004

¡Miau!

Clase de biología

El anciano de piernas chuecas levanta una mano. La profesora, grande y peluda, lo toma del cuello de la camisa y lo coloca sobre su regazo. Le da dos nalgadas. El viejo ríe como un niño.

-Uno necesita irse siempre -dice con voz cavernosa.

-No creo que estes usando las palabras adecuadas -responde un compañero, desde el frasco de formol.

La profesora arruga el rostro y se lleva el dedo indice a la boca.

Solemne, la clase se retira rodando y la sala queda en silencio.

domingo, noviembre 21, 2004

Víveres y justicia a la hora del desayuno

I

La corte entra en sesión y el juez se quita la toga. Mientras, el comisario saca la lista del supermercado y empieza a enumerar con voz monótona:

-Papa, dos kilos. Cebolla, kilo y medio. Perejil, un atado...

El niño que está mordiéndole la pierna empieza a sangrar por las encías.

-...Alcachofas, cinco. Dos bolsas de hielo. Un cepillo dental.

La mujer de pelos púrpura no puede dejar de sonreir. Contiene la respiración y arroja una tostada con tuétano al jurado. No es mi culpa, piensa.

Un perro irrumpe en la sala y atrapa la tostada en el aire. Con un agudo quejido, estalla en el acto.

Todo huele a jazmines y a ciprés recién cortado.


II

-Es el olor de la mañana -observa el niño al coger el martillo, empinarse y darle al comisario en la nuca.

La voz monocorde continúa enumerando.

-..beterragas, nabos, pimientos...

El juez está muerto.

La señora del pelo purpura carga al niño sobre sus hombros y este bendice a los asistentes haciendo una seña con el dedo meñique. La toga, triste y arrugada, se va reptando veloz por las paredes.

sábado, noviembre 20, 2004

Bajo tierra

I

Cuando María tenía seis años no le gustaba jugar a Dios. Tampoco a la mamá ni a la escuelita ni al doctor. No se interesaba por las asignaturas ni por la comida, y lo mismo daba para ella estar sentada frente a un televisor de veintiun pulgadas que ante un miserable moribundo.

A su madre, que era maniatica, todo esta indiferencia le preocupaba, qué clase de niña es esta, qué responsabilidad podrá asumir cuando haya crecido. Ninguna, le parecía. Cómo reaccionará ante las cosas que la esperan. Por qué no se inmuta, altera ni deja afectar. Dónde encontrará soporte. Si María no interviene en el mundo ¿será el mundo el que se haga cargo de María?

A la madre no le bastaba con el silencio de la niña ni con su falta de interés en el juego para sentirse mal: según la señora el asunto implicaba una suerte de aislamiento voluntario y disfuncional que cuestionaba no solo la existencia saludable de su hija si no también los cimientos de la suya propia. Porque si María no interactuaba con las fuerzas que la rodeaban entonces ella había fallado. Si María no era una hija como la que había imaginado, ella era una falsa madre. Un proyecto trunco de fertilidad. Una fruta que se pudre sin hechar semilla. La señora era una mujer mayor.

Desesperada, ensayó en la niña todo lo que la terapista le había sugerido: práctica de deportes grupales, actividades recreativas y de desarrollo social, aprestamiento en artes, muñecas -juguetes-, que imitaban a la perfección la vida humana en cada proceso de supervivencia y en cada fluido corporal. A María todo esto le quitaba un poco el apetito y pronto decidió no responder a ninguna de las indicaciones de ninguno de sus profesores. De pronto, las muñecas se vieron amontonadas, una sobre la otra, en una esquina de su dormitorio.

Tal era el recluimiento de la niña dentro de sí misma que la encargada del grupo de teatro había optado por ignorarla. Así que María se quedaba tranquila, sentada en una esquina como su ruma de muñecas.

Un día una niña de su misma estatura se le acercó y le dijo quieres ser mi amiga. Solo volteó a mirarla vagamente y se quedó quieta como siempre. La niña temerosa empezó a arrastrar sus piecesitos hacia atrás, retrocediendo. María afiló la mirada y al poco tiempo, la niña soltó unas lagrimitas, se volvió y se fue corriendo aterrada.

La mamá de María no supo qué responder cuando la encargada se quejó ante ella y le pidió que por favor no la trajera más, insistiendo además en devolverle el dinero. La señora se detuvo a pensar en el niñito que se le había muerto en la panza antes de que María naciera y que por ese medio pasó de inmediato a ser para ella el mejor hijo que cualquier mujer hubiera podido desear. Mi hijo no haría esto, se repetía en silencio.
Al mismo tiempo, mientras pensaba todo eso se quedó quieta, mirando a la encargada vagamente, como si nada hubiera pasado. La encargada, temerosa, arrastró sus pies hacia atrás. De pronto la mamá afiló la mirada y de inmediato la encargada se volvió y se fue corriendo aterrada, tal como la tallerista del grupo de teatro a la que había querido defender había hecho frente a su acusada.

En ese instante, la señora se dió cuenta de que ya habia considerado casi todas las opciones que la ciencia disponible había propuesto. Solo una alternativa quedaba pendiente para resolver el aislamiento de María: por su particular estado de ánimo y su persistente avocamiento hacia el orden y la limpieza, la madre había evitado por todos los medios darle una mascota a su hija.

Como regalo por su séptimo cumpleaños, María recibió en una pecera de vidrio un pequeño y mofletudo hamster al que quiso llamar Pelusa. A pesar de que el nombre le quedaba muy bien al animalito, María ya sabía que a su mamá no le gustaba tener motitas, pelusas, polvitos, y demás cochinadas dando vueltas por la casa. Así que lo llamó José María, que era, como le había contado su mamá, el nombre de su hermanito no nato.

Había que ver la devoción que sentía María por la pequeña criatura: todos los días cambiaba el agua y el aserrín del fondo de la pecera con puntualidad religiosa. Luego se pasaba horas, días enteros mirando con minuciosidad al animalito corriendo en su rueda sin fin, alimentandose, sorbiendo agua, rascandose las patas con los dientes y olfateando con su minusculo hocico el aire que ella misma respiraba.

María y José María eran felices juntos.

Pero al poco tiempo la mamá volvió a preocuparse. La niña sentía un interés redoblado por el animal, asunto muy positivo desde luego. El problema era que ese interés, lejos de servir para motivarla a buscar gente como ella, la mantenía aislada como el hamster en una pecera, solo que esta pecera era imaginaria.

Un día María despertó y vio que su hamster había muerto.

Cuando su mamá llegó a casa le costó entender qué hacía una vela encendida sobre un montículo de barro en el centro de su inmaculado jardín.


II

María está cansada y toma de lonche dos vasos de leche y tres tostadas. Tiene veintiseis años y no le gusta jugar a Dios. Sí a la mamá, no a la escuelita, menos al doctor.

Hace algunos meses ha nacido José, su primer hijo. Ha llegado en buen momento, porque desde que su madre falleció se siente un poco sola en la casa. De hecho había considerado comprar alguna mascota, pero salió embarazada justo por esos días. Del padre no sabe nada y tampoco quiere saber. Menos ahora que le empieza a entrar sueño. Le provoca leer un poco antes de dormir.

La revista que tiene a la mano trata precisamente sobre animales domésticos. La compró en un quiosco, una fría mañana de encapotado cielo gris. La publicación trata sobre el cuidado del cabello de los labradores dorados, las características a considerar a la hora de escoger la caja de arena ideal para cada especie de gato, las medidas que se deben tener en cuenta si uno piensa viajar y tiene un pequeño lagarto en casa y sobre el ciclo completo de vida de los hamsters. María solo lee la nota sobre hamsters.

Al llegar a la tercera línea del quinto párrafo de la página 38, su vida dará un vuelco. Pero ella no lo sabe todavía porque recién está terminando la página anterior. Sin querer recuerda el entierro del pequeño José María. También los momentos previos. La sorpresa inicial, las lágrimas, el silencio.

Mientras lee tiene siete años de nuevo y observa al pobre roedor enrollado en sí mismo sobre un fondo de acerrín. Solo. Endurecido. Frágil. Como una mota de polvo o una enorme pelusa. Siente culpa al principio porque debió cuidarlo mejor, pero luego se siente libre y sospecha de su madre como la asesina. Pasa todo el tiempo, le dirá la señora horas después durante la cena.

María decide abrigar a su animal muerto con una suerte de abrazo de despedida. Luego lo acerca a la luz para verlo bien. Lo inspecciona con dedicación y cuidado. No quiere olvidarlo. Llora.

De pronto, José María se mueve. ¿O solo le parece a ella? Apenas la patita trasera. Una vibración leve. Una cosa de nada. Como un bebe cuando despierta. Lo deja caer al piso sin darse cuenta de su descuido.

Pero está muerto, lo ha matado mi madre, pensará más tarde, al sorber la sopa durante la cena. De otro modo no hubiera permitido que el montículo de tierra permaneciese en su jardín impecable hasta que la cera de la vela se hubiera consumido por completo.

¿En verdad se movía? No es posible. José María está muerto. Lo recoge del piso y lo lleva a la luz otra vez. Cerca de la bombilla. Ahora es la otra patita la que tiembla. Se soba los ojos con las mangas de la piyama. Sus sentidos no la engañan. El animal está resucitando. Ella lo está resucitando.

Terror. Eso es lo que siente. No puedo ser Dios porque no me corresponde, decide. Apenada, hace un hueco en el cesped, acomoda al roedor adentro, y dice adios José María, te quiero mucho, antes de sepultarlo para siempre.

Desde entonces han pasado 19 años. Pero eso no importan. Ahora es cuando su vida dará un vuelco. Estamos en la tercera línea del quinto párrafo de la página 38:

"Los roedores campestres guardan periodos de invernación que pueden ser tan largos como los de los osos. Durante estos periodos se enrollan en posición fetal para mantener la temperatura mínima. Es importante que el dueño del animal tome conciencia de esto para no exponer a la criatura a una fuente de calor artificial como una lámpara o una estufa, lo cual interrumpiría el necesario y reparador sueño de la criatura tal y como lo hace la llegada de la primavera".

Se le prende una luz en conciencia. Se le irriga una zona del cerebro que creía inexistente. Se revela una suerte de plan que la rebasa. Un manual de procedimientos, un compendio de operaciones. Pierde por un instante la orientación. Nunca ha sentido tanta claridad con respecto a sus acciones. Nunca, sin embargo, las ha visto de forma tan nebulosa. Necesita una pala. Siente la necesidad de equilibrar las cosas. Está en el patio trasero. Ve un agujero en el jardín impecable. Como una orden que obedece gustosa. En él, un niño abrigado con colchas. Un mandato y luego lo cubre la tierra. Una vela corona un promontorio y ella se siente libre.

María vuelve a la cama y termina de leer el artículo. Luego duerme muy tranquila hasta la mañana siguiente.

Afuera empieza una leve llovizna. Se escucha un llanto bajo la tierra. La llama de la vela palpita hasta apagarse. María aún no lo sabe, pero al despertar decidirá comprarse una mascota.

viernes, noviembre 19, 2004

Declaración

-Esto es el amor -dice la niña mientras cruza las piernas sobre el brazo del sofá.

El maniquí que está al frente, maniobra un revolver y dispara un escarabajo.

-La moda ha muerto -sentencia con gravedad.

Ella se desnuda y queda dormida con los ojos abiertos. La blusa de paño, mientras tanto, atrapa al bicho en el aire.

Aterrado, el maniquí se desarma. Cuando la niña abre la boca, se escucha un zumbido y la blusa se va volando.

Venia final

Está sentada sobre el florero.

Mientras retira su piel con delicadeza la artista se disculpa:

-No debemos tener sexo los jueves.

Al admirador que lleva los ratones no le importa en lo absoluto. Al que está pintado de negro, sí.

En el auditorio otra escena tiene lugar: se corren las cortinas y no hay nadie sobre la tarima.

El técnico apaga las luces y pide que le pasen el pote de aceitunas. El público se pone de pie y aplaude de espaldas.

De pronto, un hombre a quien nadie espera llora sobre sus manos. Luego se inclina con cuidado y desaparece en la penumbra.

La sala queda vacía y en silencio. Cae el telón. Es una tela de mugre.

jueves, noviembre 18, 2004

Se aceptan sugerencias

Vesna sugiere que cuelgue esto en el blog. Parece que le llegó por correo o algo por el estilo. Aquí va:

Estimados

Intenten esto lo antes posible, antes de que alguien de Google
tome cartas en el asunto :


1. Abran : http://www.google.cl/

2. Escriban : Armas de destrucción masiva (sin apretar la tecla enter)

3. Haz click en "voy a tener suerte", no lo hagas en "búsqueda en
google"

4. Lee el MENSAJE DE ERROR cuidadosamente, la página entera...

Alguien en Google tiene muy buen sentido de humor y va a ser
despedido pronto...


Momentos como este me hacen recordar lo frecuente que es escuchar no se encuentra en este mundo. (Enlazado originalmente aquí
)

Buenos modales

-Ha estado buenísimo -dice mientras deja su cabeza sobre el plato vacío.

Al ponerse de pie, olvida ajustarse los pantalones y decir abracadabra en voz alta.

Por eso la dueña de la casa se saca los ojos y los añade a la sopa. Luego, da dos vueltas sobre la silla, se peina el cabello y se queja del tiempo.

-No me agradan las ranas -concluye. De pronto, se marchita.

miércoles, noviembre 17, 2004

Clases de manejo

Un hombre abre la puerta y salta de su automovil.

Mientras rueda por el suelo, el tipo desea cambiar de emisora de radio, piensa en la revisión técnica de la próxima semana y en pintar el vehículo de color ambar o azul metálico.

De pronto, queda quieto al lado de un poste de luz. Se pone de pie y vuelve caminando a casa.

Decide apagar la luz del baño y mudarse a un departamento.

martes, noviembre 16, 2004

Historia de amor y menestras

Un hombre entra a la casa.

-Señor, deseo la mano de su hija.

La corta y la envuelve en el mantel de la cocina. Luego sale de la casa y salta en un pie.

Adentro, la hija abraza al padre, le da un beso en la frente y el señor la golpea.

Afuera, el hombre se acerca al basurero y se deshace de la mano y el mantel.

La madre, que lo ha escuchado y visto todo, decide llamar a la vecina y contarle que esa noche cenaran menestras. La prometida, sin que nadie la vea, sonríe llena de satisfacción.

@

1. Rapa Nui es el ombligo del mundo para sus habitantes porque es el lugar más aislado del globo terraqueo. Aquisito nomás, tenemos otro ombligo, el Cuzco, porque es el centro de energía del planeta. No caigo: qué tiene que ver toda esa distancia y toda esa energía con la condición ombligonal.

2. Si yo fuera el mundo, ¿mi ombligo sería habitable? ¿estaría cargado de energía? Mi cuerpo es montañoso, pero ¿podría ser volcánico como Rapa Nui?

3. Máxima: Cuzco y Rapa Nui son habitables, por ende todas las cicatrices lo son.

@. Esto de hacer un blog tiene que ver con mirarse el ombligo, dicen los que en verdad saben de hacer un blog. A mí solo me va bien con estos tonitos interactivos así que no se si deba estar contento. Aparte, por lo general no me gustan los artistas como Aldo Salvini cuando hace películas de Aldo Salvini o Bryce Echenique cuando escribe libros de Bryce Echenique. Sin embargo, me gusta Aldo Salvini cuando hace películas y Bryce Echenique cuando escribe libros. Será porque de niño me gustaba verme reflejado mil veces en los espejos opuestos de la peluquería.

5. Me acabo de cortar el pelo.

6. No me gusta mi ombligo.

7. Ahora sí que no entiendo.

Discurso del Doctor Jan Van Orlean ante la sociedad arqueológica del primer anillo de saturno

No ha quedado nada. Lo ocurrido en Rapa Nui el 15 de noviembre del 2004 cuestiona toda lógica y sentido de lo posible, y las únicas explicaciones proceden del terreno de lo mítico.

Quienes quieren ceñirse a la historia, hablan de una invasión pirata a cargo del temible Barbarrosa. Unos balseros de Papetí refieren una confrontación entre aquel y su rival, Drake, por culpa de una morena de nombre Vitacora o Bitacora, no sabemos. Sin embargo los rasgos que describieron pertenecen a Jacob Roggeveen, corsario danes que no había sido visto en el área desde 1790. Nos inclinamos a pensar que las tres posibilidades son falsas, o que en todo caso, no tienen nada que ver con la súbita y completa desaparición de Rapa Nui de todos los mapas de este planeta.

Más bien, el camino que proponemos es el de la reconstrucción mítica: cuenta la leyenda que en algún momento del 15 de noviembre del año 2004, los gigantes Moais -enormes estructuras de piedra con forma de cabeza humana- se vieron contagiados por un indefinible estado de ánimo que los empujó hacia el festejo y el descuido.

Cabe señalar que, según el mito, a ellos se había encomendado la correcta flotación de Rapa Nui, que no era una isla cómo decían los científicos entonces, si no una balsa de piedra mantenida en la superficie del mar sobre los hombros de los gigantes. De ahí que solo quedaran a la vista las cabezas: al principio de los tiempos se habían introducido las mitras a través de la superficie rocosa, como si fuera el cuello de una enorme camiseta.

Qué razones motivaron que celosos guardianes descuidaran una responsabilidad de siglos en pocos minutos y emprendieran un epiléptico baile, es lo que se quiere responder. Dicen que fueron unas palomitas traviesas que picotearon los oidos de los Moais. Dicen que fue la incomprensible belleza de una tal Monike. Más cercana a la verdad se encuentra la teoría sustentada por el doctor James Laid: cierto canto tribal que alude a un encuentro postergado pero al mismo tiempo temido y definitivo, los sumergió en un trance de movimiento del que no pudieron liberarse hasta que la isla se había hundido y escurrido por sus cuerpos como una túnica que queda muy ancha.

No hubo muertos, acota con precisión el mito. Colgados uno tras otro de las patas de tres palomas se escaparon el llanero solitario, José Olaya, la Mujer Maravilla, el hombre invisible, una tabla hawaiana revolcada, un calato, una que era ella misma (aprovechando que los demás estaban disfrazados), un disfraz arruinado, un pata azul (en un tímido sitio), un Lobito Estepario al que recogieron a medio camino (por poco y se ahoga), una mariposa, una Cecica, Superchica, Capa Audaz, un barco pirata y sus cuarenta marineros, una chichera y un "chucho". La niebla, muy amable, guió a las palomitas hasta tierra firme que no se sabe dónde es.

La luna llena fue rosada esa noche. Dicen que si se afinaba el oído se escuchaba la voz triste de Nick Drake y un suave rasgueo de guitarra.

Señores de la sociedad arqueológica, lamentamos no poder dar más información. Hasta aquí llega el conocimiento disponible sobre lo que fue nombrado en el pasado como isla Rapa Nui.

Jan Van Orlean, Primer anillo de Saturno, 3184 -año de la nanoclonación hiperkinética.

viernes, noviembre 12, 2004

Invitación

Lo prometido es deuda:

Otra vez estamos de fiesta y esta vez es de disfraces. Inicialmente el motivo era celebrar las 4 mil visitas a este blog pero se nos pasaron. Así que ahora nos unen 4 mil ocho visitantes. Mejor.

Las reglas son las mismas: no existe ninguna. Solo digan su nombre, de qué están disfrazados, y cualquier cosa que se les ocurra. Pueden hacer lo quieran, esto es para ustedes. Y como ahora ya no estamos de vacas flacas, hay buffet marino. Sí, leíste bien: esta es la única fiesta de disfraces con mariscos incluidos.

Si se animan la podemos pasar de rechupete con unos jueguitos y sorteos. ¿Qué dicen?

Y que empiece la juerga.

¡Ah! Lo olvidaba. Para que no moleste el serenazgo, me he mudado a una isla desierta (bueno, los habitantes están por otro lado). Empezaremos a la sombra de la única cabeza de piedra que tiene una ceja levantada. No me pregunten en que acabará esto porque eso nadie puede saberlo.

Ahora sí. Bienvenidos.

jueves, noviembre 11, 2004

Miau!

Hoy me he pegado con los gatos. Todo por culpa de Dario, un animalito muy tierno y amable que está buscando nueva residencia.

Aquí, puedes ver un video de su banda de rock favorita. Aquí su comunidad en línea. Este es su spa. En esta página, todos sus amigos virtuales en un proyecto hecho por un grupo de pastrulos recontra chéveres (el gato infinito, ¿no es genial el nombre?). Para terminar algunos retratos.

Empiezo a pensar que esto de los gatos es una enfermedad. Miau!

Artjish, the green fairy and the gowns flowing white

Dracula
Absinthe is the aphrodisiac of the self. The green fairy who lives in the absinthe wants your soul. But you are safe with me.

Mina
Tell me, prince. Tell me of your home.

Dracula
It's the most beautiful place in all creation.

Mina
Yes, must be. A land beyond a great vast forest. Surrounded by majestic mountains. Lush vineyards, Flowers of such frailty and beauty as to be found nowhere else.

Dracula
You describe my home as if you had seen it first-hand.

Mina
It's your voice, perhaps. So familiar. It's like a voice in a dream I cannot place. It comforts me when I'm alone.
And what of the princess?

Dracula
Princess?

Mina
There is always a princess. With gowns flowing white. Her face... her face is a river. The princess... she's a river filled with tears of sadness and heartbreak.

Dracula
There was a princess... Elizabetha. She was the most graciest woman in all the empires of the world. Man's deceit took her from her ancient prince. She leapt to her death into the river that you spoke of. In my mother's tongue it is called Artjish. River Princess.

Bram Stoker's Dracula, Francis Ford Coppola, 1992

miércoles, noviembre 10, 2004

no comments

Si sigo así, este blog deberá llamarse pequeñas historias sobre grandes histerias.

De nuevo insomnio [afterhours]

Te nombro y te desvaneces.
Hechizo inverso.
Extraña invocación.

Hoy quise reclamar tu presencia bajo el puente
como esos cachetes rojos de los alcoholicos sobre las aguas del Sena
o como el hielo revoloteando al fondo de un vaso que no está lleno
o derritiéndose sobre la muñeca de un cuerpo que palpita.

Hoy quise pero no pude.
Perversa invocación. Extraño puente.

Qué cayas cuando dices silencio.
Qué cuando hablas de partos, sinónimos, frambuesas y mares.
Qué, son hechizos.
Evidencia de distancia.
No distancia en si misma.
Son.

Y el pálpito deviene materia.
Hoy quise. Hubo nada.

Un gusano desplegándose en la acera.
Un canto de ave recortando la figura de la noche.

De tí, nada.

Deviene.

Una cordillera. Una palabra. Qué.
De pronto la sensación de que trago arena.

(Me acuerdo de cuando ladeabas tu cuello para decirme: "nada es perfecto a pesar de la simetría de mi espalda y de los años por venir". Eramos más jóvenes y nada parecía importarnos).

Extraño hechizo.
Qué nombre.
El tuyo es la materia misma de mis actos.
Luego nada. Solo el puente.
Solo. Qué.
No presencia, dices.
Y con los cachetes rojos, pero por el frío, te desvaneces.

martes, noviembre 09, 2004

El siquiatra

¿No crees que si de librarse-al-azar se trata, hemos dado con esto un primer paso?

Preguntale mejor al Doctor Nervio

(¿no cree que ya estuvo bueno?
¿que ya se nos ha pasado la hora?
bien podría ser un error,
o tan solo la consecuencia definitiva de una vida maravillosa)

Calle:

Preguntar es crear ingenio, dice el puño, pero también ofensa.

Hubieramos preferido cerrar el pico. Y con un poco de pan tostado ahora estaríamos contentos.

Mejor nada o azar. Una moneda. Quién sabe.

Sepultura y gastronomía

Olaberri el macabro

Olaberri era un pesimista jovial. No encontraba en el mundo más que vanidad y aflicción de espíritu. No tenía fe más que en la cal hidráulica y en el cemento armado. Para él, detrás de toda satisfacción venía algo negro y doloroso, que eran principalmente las facturas.

-¿Ve usted esa chica que se ha casado con el carabinero? -me preguntó hace tiempo con aire de profunda conmiseración.

-Sí.

-¡Qué infelices! Ahora mucha alegría, ¿eh?, y de viaje, pero luego ya vendrán las facturas.

A Olaberri le preocupaban las facturas. Para Olaberri, que era contratista en pequeño, las facturas eran como la sombra de Banquo, que aparece en el banquete de la vida.

Si Olaberri hubiera tenido el sentido estadístico de nuestro amigo Berecoche, ya difunto, diría que en la vida hay un 75 por ciento de facturas.

-Ya le he dicho al párroco -me contó una vez-: usted, con un cubo de agua y un hisopo, ya tiene para todo el año, y a vivir bien; nosotros, en cambio, pobres contratistas, siempre a vueltas con las facturas.

Olaberri tenía gustos macabros. Había construido en el cementerio varios sepulcros y trasladado cadáveres y huesos y algunos cuerpos recién muertos.

Al hacer la descripción de estos traslados sentía, sin duda, un ardor explicativo de artista medieval y macabro. Los huesos, las calaveras revueltas con tierra, los trozos de hábito o de ropa, la madera podrida de los ataúdes, todo daba pábulo a su charla pintoresca.

Al relatar el traslado de algún cuerpo recién enterrado, se lucía; entonces los detalles realistas eran tan terribles que a cualquier persona sencilla se le ponían los pelos de punta.

Salían a relucir los busanos blancos y las gurgujas verdes, y al último la gente no sabía si temblar de asco o echarse a reír.

Él no tenía repugnancia por nada.

-Los mejores caracoles que hay comido -solía decir-, los hay cogido en la tumba del difunto párroco. Nunca los hay comido mejores.

Pío Baroja

Un web-o de influencia

lunes, noviembre 08, 2004

Papá

Hace 40 años
cada mañana mi padre
despertaba
para cambiar el mundo.

Ahora,
mi padre se levanta todas las
mañanas
para regar en su jardín
las rosas.
Ahora él ya no tiene fuerzas
para golpearnos, y tampoco las
tiene
para
amarnos.
Pero un tiempo él nos amó
hasta
el hartazgo. También nos
castigó.
Silenciosamente sonreía
-incluso hablaba algunas
veces-
e hizo muchas cosas en vano
y por nosotros.

Por todo esto,
seguramente cree él que yo
alguna vez
llevaré hasta su tumba
las flores que ahora cuida.

Pero se equivoca.

Esas rosas son un sueño de
viejo
simplemente.
Un delirio senil de pétalos
tiernos
e idiotas que de maleza
inunda
la maceta rota
donde su
vida se marchita.

Si creo que hasta se
ha quedado ciego.

Porque lo he visto penetrar en
los jardines de la Muerte
con una tijera de podar inútil
en la mano.

Y ya no espera casi nada;
sólo aguarda que el sueño de sus rosas
florezca antes de que él
se muera.

Hace
cuarenta años -ya casi
cincuenta-
cada mañana
mi padre despertaba para
cambiar
al mundo.
Ahora
-en cambio-
él todos los días se levanta
para regar en su jardín
las rosas.

Algo ha cambiando en el
mundo, por lo tanto.

Aunque tal vez nunca en el
jardín
lleguen a florecer las rosas.

Lizardo Cruzado

domingo, noviembre 07, 2004

Un creyente

Al caer la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:

-Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?

-Yo no -respondió el otro-. ¿Y usted?

-Yo sí -dijo el primero, y desapareció.

Memorabilia, George Loring Frost

sábado, noviembre 06, 2004

Aguanta chino

¿Se acuerdan de la estafa nigeriana? Pues ahora se ha mudado a Zimbawe. Al menos así lo sugiere este correo electrónico. Me parece fabuloso. Le voy seguir el juego a ver hasta donde llega la gracia. Total, advertido estoy. Al final puede ser una buena historia. ¿Qué piensan?

Dear friend,

You may be surprised to receive this letter from me since you do not know me personally. I got your contact through network online hence decided to write you. I am Mr.Colin Shand, a well known white Zimbabwean Farmer, the owner of Diary farms limited in Zimbabwe. I own three tobacco farms in Chipinge, and I am also a majority owner of Glendevon Farm also situated in Chipinge, in Zimbabwe. You can see more details about my situation and BBC interviews on the web site below:<http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/2187981.stm>

I am contacting you as the need for me to have a foreign partner in your country has become necessary due to our plans to relocate to that country, so that I can purchase some lands and start farming all over again. As the present political Instability in Zimbabwe does not encourage financial Investment as the environment is no longer conducive for farming Investment and most of all security is not insured, just as reported by most international media.

This problem started when the Zimbabwean government under the leadership of President Robert Mugabe announced a decree on May 31st 2000 to seize more than 849 white-owned farms. During these periods, as reported by International media and the CNN, more than 6 white farmers were killed. The government did not stop at this, as just recently the government have asked all white-farmers to give up their farms to black farmers or risk going to prison. So far, more than 1,400 white owned farms have been Invaded and confiscated, as well as claiming the properties of the farmers. Also, about 133 white farmers were arrested for defying the orders to leave their farms under the controversial land reform programme of the government.

Having lived in this country Zimbabwe for more than 35 years, I have no other country to go to, Therefore, I decided to contact you, for your assistance, so that I can divert my Interest in Zimbabwe to a more stable country as yours. Also, I must re-iterate the importance of having a citizen of your country to front for me, since we intend to purchase some lands for farming, I do not know much about your land-ownership laws, I thought it wise to seek the help of a citizen to act as proxy for us.

For this purpose, I have shipped/cargo to a security company deposite Western Europe, all monies from the sale of our farming equipment ( including tractors etc ) and also all financial profits which all in total amounted to US$21.8Million, I will upon receiving your consent make all arrangement to move the funds to you pending my arrival to meet with you face to face in your country so that we can both make further arrangements with regards to the purchase of lands.

Every modality will be worked out by me to ensure that the money is conveniently moved to your region to enable you receive it in person without any setbacks or inconveniences. For your assistance to me, you will be entitled to a commission of 30% of the total sum that you will be receiving from the finance security company as a consignment on my behalf for the above purpose.

If you are interested and willing to assist me, you should please forward to me via my e-mail address the following information so that I can reach you:

1. YOUR FULL NAMES AND CONTACT ADDRESS

2. YOUR TELEPHONE AND FAX NUMBER

3. YOUR DATE OF BIRTH

4. YOUR CONFIRMATION TO HANDLE THIS BUSINESS FOR ME

5. YOUR WORD THAT YOU WILL KEEP THIS BUSINESS AS CONFIDENTIAL AS POSSIBLE AT ALL TIMES UNTIL WE CONCLUDE THIS BUSINESS

Please make sure that you copy a reply to this my other e-mail address: colsh@123vn.com I am waiting urgently for your response, while also requesting that you treat this matter in strict privacy to prevent any attempt by people who might try to impersonate me or tamper with this mail. Presently, I am in great danger and will appreciate your correspondence with me via e-mail for now.

Cheers and God bless.

Best Regards

COLIN SHAND{MR}.
GLENDOVEN FARMS,
CHIPINGE, ZIMBABWE

viernes, noviembre 05, 2004

Faltan algunos nombres en árabe por acá ¿no les parece?

Thursday, November 4th, 2004


My first thoughts about the election...

Cpl. Roberto Abad, Sgt. Michael D. Acklin II, Spc. Genaro Acosta, Pfc. Steven Acosta, Capt. James F. Adamouski, Pvt. Algernon Adams, Sgt. Brandon E. Adams, Spc. Clarence Adams III, 1st Lt. Michael R. Adams, Pfc. Michael S. Adams, Lt. Thomas Mullen Adams, Spc. Jamaal R. Addison, Lance Cpl. Patrick R. Adle, Capt. Tristan N. Aitken, Spc. Segun Frederick Akintade, Lance Cpl. Nickalous N. Aldrich, Spc. Ronald D. Allen Jr., Sgt. Glenn R. Allison, Lance Cpl. Michael J. Allred, Capt. Eric L. Allton, Cpl. Nicanor Alvarez, Cpl. Daniel R. Amaya, Pfc. John D. Amos II, Lance Cpl. Brian E. Anderson, Airman 1st Class Carl L. Anderson Jr., Petty Officer 2nd Class Michael C. Anderson, Spc. Michael Andrade, Pfc, Spc. Yoe M. Aneiros, Lance Cpl. Levi T. Angell, Army Spc. Edward J. Anguiano, Chief Warrant Officer Andrew Todd Arnold, Lance Cpl. Alexander S. Arredondo, Spc. Richard Arriaga, Staff Sgt. Jimmy J. Arroyave, Spc. Robert R. Arsiaga, Sgt. Evan Asa Ashcraft, Pfc. Shawn M. Atkins, Maj. Jay Aubin, Capt. Matthew J. August, Lance Cpl. Aaron C. Austin, Spc. Tyanna S. Avery-Fedder, Lance Cpl. Andrew Julian Aviles, Pfc. Eric A. Ayon, Sgt. 1st Class Henry A. Bacon, Sgt. Andrew Joseph Baddick, Staff Sgt. Daniel A. Bader, Staff Sgt. Nathan J. Bailey, Spc. Ronald W. Baker, Spc. Ryan T. Baker, Sgt. Sherwood R. Baker.

Pfc. Chad E. Bales, 1st Lt. Kenneth Michael Ballard, Maj. Spc. Solomon C. Bangayan, Lt. Col. Dominic R. Baragona, Pfc. Mark A. Barbret, Pfc. Collier E. Barcus, Sgt. Michael C. Barkey, Spc. Jonathan P. Barnes, Command Sgt. Maj. Edward C. Barnhill, Lance Cpl. Aric J. Barr, Sgt. Michael Paul Barrera, Maj. Carlos Barro Ollero, Sgt. Douglas E. Bascom, Spc. Todd M. Bates, Sgt. 1st Class Michael Battles Sr., Gunnery Sgt. Ronald E. Baum, Spc. Alan N. Bean Jr., Spc. Bradley S. Beard, Spc. Beau R. Beaulieu, Capt. Ryan Beaupre, Spc. James L. Beckstrand, Sgt. Gregory A. Belanger, Cpl. Christopher Belchik, Sgt. Aubrey D. Bell, Pfc. Wilfred D. Bellard, Staff Sgt. Joseph P. Bellavia, Sgt. 1st Class William M. Bennett, Spc. Robert T. Benson, 1st Lt. David R. Bernstein, Spc. Joel L. Bertoldie, Staff Sgt. Stephen A. Bertolino Sr., Staff Sgt. Marvin Best, Cpl. Mark A. Bibby, Sgt. Benjamin W. Biskie, Sgt. Michael E. Bitz, Sgt. Jarrod W. Black, Chief Warrant Officer Michael T. Blaise, Capt. Ernesto M. Blanco, Command Sgt. Maj. James D. Blankenbecler, Spc. Joseph M. Blickenstaff, Spc. Nicholas H. Blodgett, Sgt. Trevor A. Blumberg, Lance Cpl. Jeremy L. Bohlman, Gunnery Sgt. Jeffrey E. Bohr Jr., Lance Cpl. Todd J. Bolding, Sgt. Dennis J. Boles, Sgt. 1st Class Craig A. Boling, Petty Officer 3rd Class Doyle W. Bollinger Jr, Sgt. 1st Class Kelly Bolor, Staff Sgt. Stevon A. Booker.

Chief Warrant Officer Clarence E. Boone, Capt. John J. Boria, Pfc. Rachel K. Bosveld, Spc. Mathew G. Boule, Staff Sgt. Elvis Bourdon, Pvt. 1st Class Samuel R. Bowen, Staff Sgt. Hesley Box Jr., Pvt. Noah L. Boye, Lance Cpl. Aaron Boyles, Spc. Edward W. Brabazon, Cpl. Travis J. Bradach-Nall, Staff Sgt. Kenneth R. Bradley, Staff Sgt. Stacey C. Brandon, Spc. Artimus D. Brassfield, Pfc. Joel K. Brattain, Pfc. Jeffrey F. Braun, Chief Warrant Officer William I. Brennan, Staff Sgt. Steven H. Bridges, Spc. Kyle A. Brinlee, Staff Sgt. Cory W. Brooks, Sgt. Thomas F. Broomhead, Sgt. Andrew W. Brown, Tech. Sgt. Bruce E. Brown, Lance Cpl. Dominic C. Brown, Cpl. Henry L. Brown, Pfc. John E. Brown, Spc. Larry K. Brown, Spc. Lunsford B. Brown II, 1st Lt. Tyler H. Brown, Spc. Philip D. Brown, Pfc. Timmy R. Brown Jr., 1st Lt. Tyler H. Brown, Cpl. Andrew D. Brownfield, Petty Officer 3rd Class Nathan B. Bruckenthal, Lance Cpl. Cedric E. Bruns, 2nd Lt. Todd J. Bryant, Sgt. Ernest G. Bucklew, Spc. Roy Russell Buckley, Pfc. Paul J. Bueche, Lt. Col. Charles H. Buehring, Lance Cpl. Brian Rory Buesing, Sgt. George Edward Buggs, Spc. Joshua I. Bunch, Staff Sgt. Christopher Bunda, Staff Sgt. Michael L. Burbank, Staff Sgt. Richard A. Burdick, Spc. Alan J. Burgess, Lance Cpl. Jeffrey C. Burgess, Pfc. Tamario D. Burkett, Sgt. Travis L. Burkhardt.

Pfc. David P. Burridge, Pfc. Jesse R. Buryj, Pfc. Charles E. Bush Jr., Pvt. Matthew D. Bush, Pfc. Damian S. Bushart, Sgt. Jacob L. Butler, Capt. Joshua T. Byers, Cpl. Juan C. Cabralbanuelos, Pfc. Cody S. Calavan, Sgt. Juan Calderon Jr, Sgt. Charles T. Caldwell, Spc. Nathaniel A. Caldwell, Staff Sgt. Joseph Camara, Spc. Michael C. Campbell, Sgt. Ryan M. Campbell, Spc. Marvin A. Camposiles, Spc. Isaac Campoy, Spc. Ervin Caradine Jr., Spc. Adolfo C. Carballo, Pfc. Michael M. Carey, Cpl. Richard P. Carl, Pfc. Ryan G. Carlock, Pfc. Benjamin R. Carman, Staff Sgt. Edward W. Carmen, Spc. Jocelyn L. Carrasquillo, Sgt. Frank T. Carvill, Capt. Christopher S. Cash, Spc. Ahmed A. Cason, Pfc. Jose Casanova, Lance Cpl. James A. Casper, Capt. Paul J. Cassidy, Staff Sgt. Roland L. Castro, Sgt. Sean K. Cataudella, Lance Cpl. Steven C. T. Cates, Pfc. Thomas D. Caughman, Staff Sgt. James W. Cawley, Spc. Jessica L. Cawvey, Petty Officer 3rd Class David A. Cedergren, Lance Cpl. Manuel A. Ceniceros, Cpl. Kemaphoom A. Chanawongse, Spc. James A. Chance III, Staff Sgt. William D. Chaney, Chief Warrant Officer Robert William Channell Jr., Spc. Jason K. Chappell, Pfc. Jonathan M. Cheatham, Sgt. Yohjyh L. Chen, Lance Cpl. Marcus M. Cherry, 2nd Lt. Therrel S. Childers, Spc. Andrew F. Chris.

Staff Sgt. Thomas W. Christensen, Spc. Brett T. Christian, Spc. Arron R. Clark, Staff Sgt. Michael J. Clark, Lance Cpl. Donald J. Cline Jr., Pfc. Christopher R. Cobb, Lance Cpl. Kyle W. Codner, 1st Sgt. Christopher D. Coffin, Pvt. Bradli N. Coleman, Cpl. Gary B. Coleman, 2nd Lt. Benjamin J. Colgan, Sgt. Russell L. Collier, Sgt. 1st Class Gary L. Collins, Lance Cpl. Jonathan W. Collins, Chief Warrant Officer Lawrence S. Colton, Spc. Zeferino E. Colunga, Sgt. Robert E. Colvill, Sgt. Kenneth Conde Jr., Sgt. Timothy M. Conneway, Spc. Steven D. Conover, Capt. Aaron J. Contreras, Lance Cpl. Pedro Contreras, Sgt. Jason Cook, Command Sgt. Major Eric F. Cooke, Sgt. Dennis A. Corral, Chief Warrant Officer Alexander S. Coulter, 2nd Lt. Leonard M. Cowherd, Spc. Gregory A. Cox, Pfc. Ryan R. Cox, Lance Corporal Timothy R. Creager, Sgt. Michael T. Crockett, Staff Sgt. Ricky L. Crockett, Sgt. Brud J. Cronkrite, Lance Cpl. Kyle D. Crowley, Pvt. Rey D. Cuervo, Pfc. Kevin A. Cuming, Spc. Daniel Francis J. Cunningham, Staff Sgt. Darren J. Cunningham, Spc. Carl F. Curran, Cpl. Michael Edward Curtin, Staff Sgt. Christopher E. Cutchall, Pfc. Brian K. Cutter, Pfc. Anthony D. D'Agostino, Spc. Edgar P. Daclan Jr., Capt. Nathan S. Dalley, Lance Cpl. Andrew S. Dang, Spc. Danny B. Daniels II, Pvt. 1st Class Torey J. Dantzler, Pfc. Norman Darling, Capt. Eric B. Das.

Spc. Shawn M. Davies, Pvt. Brandon L. Davis, Staff Sgt. Craig Davis, Staff Sgt. Donald N. Davis, Spc. Raphael S. Davis, Staff Sgt. Wilbert Davis, Staff Sgt. Jeffrey F. Dayton, Pvt. Jason L. Deibler, Spc. Lauro G. DeLeon Jr., Sgt. Felix M. Delgreco, Sgt. Jacob H. Demand, Staff Sgt. Mike A. Dennie, Spc. Darryl T. Dent, Pfc. Ervin Dervishi, Spc. Daniel A. Desens, Pfc. Michael R. Deuel, Pvt. Michael J. Deutsch, Petty Officer 3rd Class Christopher M. Dickerson, Cpl. Nicholas J. Dieruf, Spc. Jeremiah J. DiGiovanni, Spc. Jeremy M. Dimaranan, Spc. Michael A. Diraimondo, Spc. Anthony J. Dixon, Spc. Ryan E. Doltz, Sgt. Michael E. Dooley, Chief Warrant Officer Patrick D. Dorff, Petty Officer 2nd Class Trace W. Dossett, Lance Cpl. Scott E. Dougherty, 1st Sgt. Robert J. Dowdy, Pfc. Stephen P. Downing II, Spc. Chad H. Drake, Pvt. Jeremy L. Drexler, Cpl. Jason L. Dunham, Staff Sgt. Joe L. Dunigan Jr., Spc. Robert L. DuSang, Spc. William D. Dusenbery, 2nd Lt. Seth J. Dvorin, Petty Officer 2nd Class Jason B. Dwelley, Pfc. Sheldon R. Hawk Eagle, Staff Sgt. Richard S. Eaton Jr., Cpl. Christopher S. Ebert, Sgt. William C. Eckhart, Spc. Marshall L. Edgerton, Pfc. Shawn C. Edwards, Spc. Andrew C. Ehrlich, Sgt. Aaron C. Elandt, Spc. William R. Emanuel IV, Lance Cpl. Mark E. Engel, Spc. Peter G. Enos, Senior Airman Pedro I. Espaillat Jr.

Pfc. Analaura Esparza Gutierrez, Sgt. Adam W. Estep, Pvt. Ruben Estrella-Soto, Pfc. David Evans, Cpl. Mark A. Evnin, Pfc. Jeremy Ricardo Ewing, Sgt. Justin L. Eyerly, Pvt. Jonathan I. Falaniko, Sgt. James D. Faulkner, Pfc. Raymond J. Faulstich Jr., Capt. Brian R. Faunce, Capt. Arthur L. Felder, 2nd Lt. Paul M. Felsberg, Spc. Rian C. Ferguson, Master Sgt. Richard L. Ferguson, Master Sgt. George A. Fernandez, Staff Sgt. Clint D. Ferrin, Spc. Jon P. Fettig, Cpl. Tyler R. Fey, Sgt. Jeremy J. Fischer, Sgt. Paul F. Fisher, Lance Cpl. Dustin R. Fitzgerald, Pfc. Jacob S. Fletcher, Spc. Thomas A. Foley III, Sgt. Timothy Folmar, Gunnery Sgt. Elia P. Fontecchio, Spc. Jason C. Ford, Capt. Travis A. Ford, Chief Warrant Officer Wesley C. Fortenberry, Sgt. 1st Class Bradley C. Fox, Spc. Craig S. Frank, Lance Cpl. Phillip E. Frank, Staff Sgt. Bobby C. Franklin, Pvt. Robert L. Frantz, Pvt. Benjamin L. Freeman, Sgt. David T. Friedrich, Spc. Luke P. Frist, Spc. Adam D. Froehlich, Pvt. Kurt R. Frosheiser, Pfc. Nichole M. Frye, Sgt. 1st Class Dan H. Gabrielson, Lance Cpl. Jonathan E. Gadsden, Capt. Richard J. Gannon II, Spc. Tomas Garces, Lance Cpl. Derek L. Gardner, Cpl. Jose A. Garibay, Spc. Joseph M. Garmback Jr., Sgt. Landis W. Garrison, Sgt. Justin W. Garvey, Spc. Israel Garza.

1st Sgt. Joe J. Garza, Pfc. Juan Guadalupe Garza Jr, Spc. Christopher D. Gelineau, Lance Cpl. Cory Ryan Guerin, Cpl. Christopher A. Gibson, Pvt. Jonathan L. Gifford, Pvt. Kyle C. Gilbert, Command Sgt. Maj. Cornell W. Gilmore, Petty Officer 3rd Class Ronald A. Ginther, Pfc. Jesse A. Givens, Spc. Michael T. Gleason, Cpl. Todd J. Godwin, 2nd Lt. James Michael Goins, Spc. Christopher A. Golby, Spc. David J. Goldberg, Lance Cpl. Shane L. Goldman, Cpl. Armando Ariel Gonzalez, Lance Cpl. Benjamin R. Gonzalez, Cpl. Jesus A. Gonzalez, Cpl. Jorge Gonzalez, Lance Cpl. Victor A. Gonzalez, Cpl. Bernard G. Gooden, Pfc. Gregory R. Goodrich, Sgt. 1st Class Richard S. Gottfried, Spc. Richard A. Goward, 2nd Lt. Jeffrey C. Graham, Sgt. Jamie A. Gray, Petty Officer 2nd Class Michael J. Gray, Sgt. Tommy L. Gray, Lance Cpl. Torrey L. Gray, Cpl. Jeffrey G. Green, Lt. Col. David S. Greene, Pfc. Devin J. Grella, Spc. Kyle A. Griffin, Staff Sgt. Patrick Lee Griffin Jr., Cpl. Sean R. Grilley, Pvt. Joseph R. Guerrera, Chief Warrant Officer Hans N. Gukeisen, Pfc. Christian D. Gurtner, Lance Cpl. Jose Gutierrez, Pfc. Richard W. Hafer, Staff Sgt. Guy S. Hagy Jr., Spc. Charles G. Haight, Lance Cpl. Michael J. Halal, Pfc. Deryk L. Hallal, Pvt. Jesse M. Halling, Pfc. Andrew Halverson, Chief Warrant Officer Erik A. Halvorsen, Capt. Kimberly N. Hampton, Sgt. Michael S. Hancock.

Pfc. Fernando B. Hannon, Sgt. Warren S. Hansen, Sgt. James W. Harlan, Sgt. Atanacio Haro Marin, Staff Sgt. William M. Harrell, Sgt. Foster L. Harrington, Pfc. Adam J. Harris, Sgt. Kenneth W. Harris Jr., Pfc. Torry D. Harris, Pfc. Leroy Harris-Kelly, Pfc. John D. Hart, Sgt. Nathaniel Hart, Sgt. 1st Class David A. Hartman, Sgt. Jonathan N. Hartman, Staff Sgt. Stephen C. Hattamer, Staff Sgt. Omer T. Hawkins II, Sgt. Timothy L. Hayslett, Chief Warrant Officer Brian D. Hazelgrove, Sgt. David M. Heath, Spc. Justin W. Hebert, Pfc. Damian L. Heidelberg, Pfc. Raheen Tyson Heighter, Spc. Jeremy M. Heines, Staff Sgt. Brian R. Hellerman, Staff Sgt. Terry W. Hemingway, Cpl. Matthew C. Henderson, 1st Lt. Robert L. Henderson II, Staff Sgt. Kenneth W. Hendrickson, Sgt. Jack T. Hennessy, Spc. Joshua J. Henry, Pfc. Clayton W. Henson, Spc. Armando Hernandez, Spc. Joseph F. Herndon II, Pfc. Edward J. Herrgott, Spc. Jacob B. Herring, Sgt. 1st Class Gregory B. Hicks, Spc. Christopher K. Hill, Spc. Stephen D. Hiller, Sgt. Keicia M. Hines, Pfc. Melissa J. Hobart, Sgt. Nicholas M. Hodson, Sgt. 1st Class James T. Hoffman, Spc. Christopher J. Holland, Staff Sgt. Aaron N. Holleyman, Staff Sgt. Lincoln D. Hollinsaid, Spc. James J. Holmes, Spc. Jeremiah J. Holmes, Cpl. Terry Holmes, Airman 1st Class Antoine J. Holt, Pfc. Sean Horn, Master Sgt. Kelly L. Hornbeck.

Staff Sgt. Jeremy R. Horton, Capt. Andrew R. Houghton, Lance Cpl Gregory C. Howman, Pfc. Bert E. Hoyer, Spc. Corey A. Hubbell, Pfc. Christopher E. Hudson, 1st Lt. Doyle M. Hufstedler, Staff Sgt. Jamie L. Huggins, Spc. Eric R. Hull, Cpl Barton R. Humlhanz, Lance Cpl. Justin T. Hunt, Spc. Simeon Hunte, 1st Lt. Joshua C. Hurley, Lance Cpl. James B. Huston Jr., Lance Cpl. Seth Huston, Pvt. Nolen R. Hutchings, Pfc. Ray J. Hutchinson, Pfc. Gregory P. Huxley Jr., Spc. Benjamin W. Isenberg, Spc. Craig S. Ivory, Pfc. Leslie D. Jackson, Spc. Morgen N. Jacobs, Chief Warrant Officer Scott Jamar, Cpl. Evan T. James, 2nd Lt. Luke S. James, Spc. William A. Jeffries, Petty Officer 2nd Class Robert B. Jenkins, Sgt. Troy David Jenkins, Spc. Darius T. Jennings, Pfc. Ryan M. Jerabek, Sgt. Linda C. Jimenez, 1st Lt. Oscar Jimenez, Capt. Christopher B. Johnson, Spc. David W. Johnson, Pfc. Howard Johnson II, Spc. John P. Johnson, Pfc. Markus J. Johnson, Spc. Maurice J. Johnson, Hospital Corpsman 3rd Class Michael Vann Johnson Jr., Spc. Nathaniel H. Johnson, Staff Sgt. Paul J. Johnson, Chief Warrant Officer, Pfc. Rayshawn S. Johnson, Pvt. Devon D. Jones, Capt. Gussie M. Jones, Staff Sgt. Raymond E. Jones Jr., Spc. Rodney A. Jones, Lt. Kylan A. Jones- Huffman, Sgt. Curt E. Jordan Jr., Sgt. Jason D. Jordan.

Staff Sgt. Phillip A. Jordan, Cpl. Forest J. Jostes, Spc. Spencer T. Karol, Spc. Michael G. Karr Jr., Spc. Mark J. Kasecky, 1st Lt. Jeffrey J. Kaylor, Spc. Chad L. Keith, Lance Cpl. Quinn A. Keith, Lance Cpl. Bryan P. Kelly, Cpl. Brian Kennedy, Chief Warrant Officer Kyran E. Kennedy, Staff Sgt. Morgan D. Kennon, 1st Lt. Christopher J. Kenny, Spc. Jonathan R. Kephart, Cpl. Dallas L. Kerns, Chief Warrant Officer Erik C. Kesterson, Capt. Humayun S. M. Khan, Spc. James M. Kiehl, Pt. Jeungjin Na Kim, Staff Sgt. Kevin C. Kimmerly. Spc. Levi B. Kinchen, Staff Sgt. Lester O. Kinney II, Pfc. David M. Kirchhoff, Staff Sgt. Charles A. Kiser, Lance Cpl. Nicholas Brian Kleiboeker, Spc. John K. Klinesmith Jr., Sgt. Floyd G. Knighten Jr., Petty Officer 3rd Class Eric L. Knott, Spc. Joshua L. Knowles, Staff Sgt. Lance J. Koenig, Cpl. Kevin T. Kolm, Pfc. Martin W. Kondor, Chief Warrant Patrick W. Kordsmeier, Capt. Edward J. Korn, Sgt. Bradley S. Korthaus, Cpl. Jakub Henryk Kowalik, Sgt. Elmer C. Krause, Pvt. Dustin L. Kreider, Pfc. Bradley G. Kritzer, Capt. John F. Kurth, Sgt. 1st Class William W. Labadie Jr., Sgt. Joshua S. Ladd, Sgt. Michael V. Lalush, Lance Cpl. Alan Dinh Lam, Spc. Charles R. Lamb, Spc. James I. Lambert III, Pfc. James P. Lambert, Sgt. Jonathan W. Lambert, Capt. Andrew David Lamont, Staff Sgt. Sean G. Landrus, Gunnery Sgt. Shawn A. Lane.

Pfc. Moises A. Langhorst, Spc. Tracy L. Laramore, Spc. Scott Q. Larson Jr., Chief Warrant Officer Matthew C. Laskowski, Staff Sgt. William T. Latham, Pfc. Karina S. Lau, Cpl. Jeffrey D. Lawrence, Staff Sgt. Mark A. Lawton, Lance Cpl. Travis J. Layfield, Staff Sgt. Rene Ledesma, 2nd Lt. Ryan Leduc, Cpl. Bum R. Lee, Pfc. Ken W. Leisten, Staff Sgt. Jerome Lemon, Spc. Cedric L. Lennon, Pfc. Farad K. Letufuga, Spc. Justin W. Linden, Spc. Roger G. Ling, Spc. Joseph L. Lister, Staff Sgt. Nino D. Livaudais, Sgt. Dale T. Lloyd, Sgt. Daniel J. Londono, Spc. Ryan P. Long, Spc. Zachariah W. Long, Pfc. Duane E. Longstreth, Sgt. Edgar E. Lopez, Lance Cpl. Juan Lopez, Sgt. Richard M. Lord, Staff Sgt. David L. Loyd, Capt. Robert L. Lucero, Pfc. Jason C. Ludiam, Lance Cpl. Jacob R. Lugo, Pfc. Jason N. Lynch, Pfc. Christopher D. Mabry, Lance Cpl. Gregory E. MacDonald, Lance Cpl. Cesar F. Machado-Olmos, Pfc. Vorn J. Mack, Lance Cpl. Joseph B. Maglione, Spc. William J. Maher III, Staff Sgt. Toby W. Mallet, Chief Warrant Officer Ian D. Manuel, Pfc. Pablo Manzano, Pfc. Lyndon A. Marcus Jr., Staff Sgt. Paul C. Mardis Jr., Cpl. Douglas Jose Marencoreyes, Master Sgt. Jude C. Mariano, Spc. James E. Marshall, Sgt. 1st Class John W. Marshall, Pfc. Ryan A. Martin, Staff Sgt. Stephen G. Martin.

Sgt. Francisco Martinez, Pfc. Francisco A. Martinez Flores, Pfc. Jesse J. Martinez, Spc. Michael A. Martinez, Pfc. Oscar A. Martinez, Spc. Jacob D. Martir, Sgt. Arthur S. Mastrapa, Chief Warrant Officer Johnny Villareal Mata, Lance Cpl. Ramon Mateo, Spc. Clint Richard Matthews, Lance Cpl. Ramon Mateo, Cpl. Matthew E. Matula, Staff Sgt. Donald C. May Jr, Pfc. Joseph P. Mayek, Spc. Patrick R. McCaffrey Sr., Lance Cpl. Joseph C. MacCarthy, Pfc. Ryan M. McCauley, Cpl. Brad P. McCormick, 1st Lt. Erik. S. McCrae, Spc. Donald R. McCune, Spc. Dustin K. McGaugh, Pfc. Holly J. McGeogh, Sgt. Brian D. McGinnis, Spc. Michael A. McGlothin. Petty Officer 2nd Class Scott R. McHugh, Hospitalman Joshua McIntosh, Spc. David M. McKeever, Spc. Eric S. McKinley, Pvt. Robert L. McKinley, Staff Sgt. Don S. McMahan, Sgt. Heath A. McMillin, 1st Lt. Brian M. McPhillips, Cpl. Jesus Martin Antonio Medellin, Spc. Irving Medina, Spc. Kenneth A. Melton, Cpl. Jaygee Meluat, Petty Officer 3rd Class Fernando A. Mendezaceves, Gunnery Sgt. Joseph Menusa, Staff Sgt. Eddie E. Menyweather, Spc. Gil Mercado, Spc. Michael M. Merila, Spc. Christopher A. Merville, Sgt. Daniel K. Methvin, Pfc. Jason M. Meyer, Sgt. Eliu A. Miersandoval, Spc. Michael G. Mihalakis, Pfc. Matthew G. Milczark, Cpl. Jason David Mileo, Pfc. Anthony S. Miller, Pfc. Bruce Miller Jr., Staff Sgt. Frederick L. Miller Jr.

Sgt. 1st Class Marvin L. Miller, Sgt. Joseph Minucci II, Sgt. First Class Troy L. Miranda, Spc. George A. Mitchell, Sgt. Keman L. Mitchell, Sgt. Michael W. Mitchell, Spc. Sean R. Mitchell, Pfc. Jesse D. Mizener, Staff Sgt. Jorge A. Molinabautista, Pfc. Anthony W. Monroe, 1st Lt. Adam G. Mooney, Lance Cpl. Jason William Moore, Pfc. Stuart W. Moore, Sgt. Travis A. Moothart, Spc. Jose L. Mora, Sgt. Melvin Y. Mora, Pfc. Michael A. Mora, Master Sgt. Kevin N. Morehead, Capt. Brent L. Morel, Petty Officer 3rd Class David J. Moreno, Sgt. Gerardo Moreno, Spc. Jaime Moreno, Pfc. Luis A. Moreno, Spc. Dennis B. Morgan, Staff Sgt. Richard L. Morgan Jr., Pfc. Geoffery S. Morris, Pfc. Ricky A. Morris Jr., Lance Cpl. Nicholas B. Morrison, Sgt. Shawna M. Morrison, Sgt. Keelan L. Moss, Spc. Clifford L. Moxley Jr., Sgt. Cory R. Mracek, Sgt. Rodney A. Murray, Sgt. Krisna Nachampassak, Spc. Paul T. Nakamura, Spc. Nathan W. Nakis, Pvt. Kenneth A. Nalley, Chief Warrant Officer Christopher G. Nason, Maj. Kevin G. Nave, Spc. Rafael L. Navea, Spc. Charles L. Neeley, Staff Sgt. Paul M. Neff II, Pfc. Gavin L. Neighbor, Spc. Joshua M. Neusche, Cpl. Dominique J. Nicolas, Lance Cpl. Joseph L. Nice, Spc. Isaac Michael Nieves, Lance Cpl. Patrick R. Nixon, Spc. Allen Nolan, Spc. Marcos O. Nolasco.

Sgt. William J. Normandy, Spc. Joseph C. Norquist, 1st Lt. Leif E. Nott, Staff Sgt. Todd E. Nunes, Spc. David T. Nutt, Cpl. Mick R. Nygardbekowsky, Spc. Donald S. Oak Jr., Pfc. Branden F. Oberleitner, Lance Cpl. Patrick T. O'Day, Spc. Charles E. Odums II, Spc. Ramon C. Ojeda, Cpl. Terry Holmes Ordonez, Cpl. Brian Oliveira, Spc. Justin B. Onwordi, Spc. Richard P. Orengo, Lt. Col. Kim S. Orlando, Lance Cpl. Eric J. Orlowski, 1st Lt. Osbaldo Orozco, Pfc. Cody J. Orr, Staff Sgt. Billy J. Orton, Sgt. Pamela G. Osbourne, Lance Cpl. Deshon E. Otey, Pfc. Kevin C. Ott, Sgt. Michael G. Owen, Lance Cpl. David Edward Owens Jr, Sgt. Fernando Padilla- Ramirez, Pvt. Shawn D. Pahnke, Spc. Gabriel T. Palacios, Capt. Eric T. Paliwoda, 1st Lt. Joshua M. Palmer, Staff Sgt. Dale A. Panchot, Pfc. Daniel R. Parker, Pfc. James D. Parker, Pfc. Kristen Parker, Cpl. Tommy L. Parker Jr., Sgt. Harvey E. Parkerson III, Sgt. David B. Parson, Staff Sgt. Esau G. Patterson Jr., Master Sgt. William L. Payne, Sgt. Michael F. Pedersen, Staff Sgt. Abraham D. Penamedina, Spc. Brian H. Penisten, Sgt. Ross A. Pennanen, Staff Sgt. Gregory V. Pennington, Pfc. Geoffrey Perez, Staff Sgt. Hector R. Perez, Sgt. Joel Perez, Spc. Jose A. Perez III, Pfc. Luis A. Perez, Lance Cpl. Nicholas Perez.

Spc. Wilfredo Perez Jr., Petty Officer 1st Class Michael J. Pernaselli, Staff Sgt. David S. Perry, Pfc. Charles C. Persing, Staff Sgt. Dustin W. Peters, Spc. Alyssa R. Peterson, Staff Sgt. Brett J. Petriken, Staff Sgt. James L. Pettaway Jr., Staff Sgt. Erickson H. Petty, Pfc. Jerrick M. Petty, Lt. Col. Mark P. Phelan, Pfc. Chance R. Phelps, Sgt. 1st Class Gladimir Philippe, Sgt. Ivory L. Phipps, Capt. Pierre E. Piche, Pfc. Lori Piestewa, Capt. Dennis L. Pintor, Spc. James H. Pirtle, Pfc. Jason T. Poindexter, 2nd Lt. Frederick E. Pokorney Jr., Staff Sgt. Andrew R. Pokorny, Spc. Justin W. Pollard, Spc. Larry E. Polley Jr., Sgt. Darrin K. Potter, Pfc. David L. Potter, Sgt. Christopher S. Potts, Spc. James E. Powell, Lance Cpl. Caleb J. Powers, Cpl. Dean P. Pratt, Pfc. James E. Prevete, Pvt. Kelley S. Prewitt, Sgt. Tyler D. Prewitt, Pfc. James W. Price, 1st Lt. Timothy E. Price, Lance Cpl. Mathew D. Puckett, Sgt. Jaror C. Puello- Coronado, Staff Sgt. Michael B. Quinn, Staff Sgt. Richard P. Ramey, Sgt. Christopher Ramirez, Spc. Eric U. Ramirez, Pfc. William C. Ramirez, Pfc. Christopher Ramos, Spc. Tamarra J. Ramos, Pfc. Brandon Ramsey, Pvt. Carson J. Ramsey, Sgt. Edmond L. Randle, Pfc. Cleston C. Raney, Capt. Gregory A. Ratzlaff, Spc. Rel A. Ravago IV, Spc. Omead H. Razani.

Spc. Brandon M. Read, Pfc. Christopher J. Reed, Pfc. Ryan E. Reed, Sgt. Tatjana Reed, Staff Sgt. Aaron T. Reese, Spc. Jeremy F. Regnier, Sgt. 1st Class Randall S. Rehn, Sgt. Brendon C. Reiss, Staff Sgt. George S. Rentschler, Sgt. Sean C. Reynolds, Lance Cpl. Rafael Reynosa- Suarez, Sgt. Yadir G. Reynoso, Cpl. Demetrius L. Rice, Sgt. Ariel Rico, Spc. Jeremy L. Ridlen, Pfc. Diego Fernando Rincon, Cpl. Steven A. Rintamaki, Sgt. Duane R. Rios, Capt. Russell B. Rippetoe, Pfc. Henry C. Risner, Sgt. 1st Class Jose A. Rivera, Cpl. John T. Rivero, Spc. Frank K. Rivers Jr., Sgt. Thomas D. Robbins, Sgt. Todd J. Robbins, Lance Cpl. Anthony P. Roberts, Lance Cpl. Bob W. Roberts, Spc. Robert D. Roberts, Staff Sgt. Joseph E. Robsky, Sgt. Moses D. Rocha, Pfc. Marlin T. Rockhold, Pfc. Jose Francis Gonzalez Rodriguez, Cpl. Robert M. Rodriguez, Spc. Philip G. Rogers, Sgt. 1st Class Robert E. Rooney, Cpl. Randal Kent Rosacker, Staff Sgt. Victor A. Rosales, Pfc. Richard H. Rosas, Sgt. Scott C. Rose, Sgt. Thomas C. Rosenbaum, Sgt. Randy S. Rosenberg, Spc. Marco D. Ross, Sgt. Lawrence A. Roukey, Capt. Alan Rowe, Spc. Brandon J. Rowe, Sgt. Roger D. Rowe, 2nd Lt. Jonathan D. Rozier, Spc. Isela Rubalcava, Pfc. Aaron J. Rusin, Sgt. John W. Russell.

1st Lt. Timothy Louis Ryan, Chief Warrant Officer Scott A. Saboe, Spc. Rasheed Sahib, Cpl. Rudy Salas, Cpl. William I. Salazar, 1st Lt. Edward M. Saltz, Capt. Benjamin W. Sammis, Spc. Sonny G. Sampler, Spc. Gregory P. Sanders, Pfc. Leroy Sandoval Jr., Spc. Matthew J. Sandri, Staff Sgt. Barry Sanford, 1st Lt. Neil Anthony Santoriello, Spc. Jonathan J. Santos, Pfc. Brandon R. Sapp, Staff Sgt. Cameron B. Sarno, Staff Sgt. Scott D. Sather, Lance Cpl. Jeremiah E. Savage, Capt. Robert C. Scheetz Jr., Spc. Justin B. Schmidt, Spc. Jeremiah W. Schmunk, Pfc. Sean M. Schneider, Cpl. Dustin H. Schrage, Maj. Mathew E. Schram, Lance Cpl. Brian K. Schramm, Spc. Christian C. Schulz, Master Sgt. David A. Scott, Pfc. Kerry D. Scott, Spc. Stephen M. Scott, Spc. Marc S. Seiden, Capt. Christopher Scott Seifert, Pfc. Dustin M. Sekula, Lance Cpl. Matthew K. Serio, Sgt. Juan M. Serrano, Staff Sgt. Wentz Jerome Henry Shanaberger III, Spc. Jeffrey R. Shaver, Maj. Kevin M. Shea, Spc. Casey Sheehan, Sgt. Kevin F. Sheehan, Sgt. Daniel Michael Shepherd, Sgt. Alan D. Sherman, Lt. Col. Anthony L. Sherman, Pfc. Harry N. Shondee Jr., Lance Cpl. Brad S. Shuder, Capt. James A. Shull, Pfc. Kenneth L. Sickels, Lance Cpl. Dustin L. Sides, Cpl. Erik H. Silva, Pvt. Sean A. Silva, Sgt. Leonard D. Simmons.

Pfc. Charles M. Sims, Lance Cpl. John T. Sims Jr., Spc. Uday Singh, Spc. Aaron J. Sissel, Pfc. Christopher A. Sisson, Pfc. Nicholas M. Skinner, Petty Officer 3rd Class David Sisung, 1st Lt. Brian D. Slavenas, Pvt. Brandon Ulysses Sloan, Lance Cpl. Richard P. Slocum, Lance Cpl. Thomas J. Slocum, Pfc. Corey L. Small, Sgt. Keith L. Smette, Capt. Benedict J. Smith, Sgt. Benjamin K. Smith, Pfc. Brandon C. Smith, 2nd Lt. Brian D. Smith, Chief Warrant Officer Bruce A. Smith, Cpl. Darrell L. Smith, 1st Sgt. Edward Smith, Chief Warrant Officer Eric A. Smith, Pfc. Jeremiah D. Smith, Lance Cpl. Matthew R. Smith, Lance Cpl. Michael J. Smith Jr., Spc. Orenthial J. Smith, Sgt. 1st Class Paul R. Smith, Capt. Christopher F. Soelzer, Sgt. Roderic A. Solomon, Cpl. Adrian V. Soltau, Maj. Charles R. Soltes Jr., Sgt. Skipper Soram, Pfc. Armando Soriano, Cpl. Tomas Sotelo Jr., Pfc. Kenneth C. Souslin, Spc. Philip I. Spakosky, Pfc. Jason L. Sparks, Cpl. Michael R. Speer, Staff Sgt. Trevor Spink, Maj. Christopher J. Splinter, Sgt. Marvin R. Sprayberry III, Pvt. Bryan N. Spry, Sgt. Maj. Michael B. Stack, Pfc. Nathan E. Stahl, 1st Lt. Andrew K. Stern, Staff Sgt. Robert A. Stever, Maj. Gregory Stone, 2nd Lt. Matthew R. Stovall, Pfc. William R. Strange, Sgt. Kirk Allen Straseskie, Pfc. Brandon C. Sturdy.

Spc. William R. Sturges Jr., Spc. Paul J. Sturino, Lance Cpl. Jesus A. Suarez Del Solar, Spc. Joseph D. Suell, Spc. John R. Sullivan, Spc. Narson B. Sullivan, Lance Cpl. Vincent M. Sullivan, Staff Sgt. Michael J. Sutter, Pfc. Ernest Harold Sutphin, Chief Warrant Officer Sharon T. Swartworth, Spc. Thomas J. Sweet II, Staff Sgt. Christopher W. Swisher, Maj. Paul R. Syverson III, Sgt. Patrick S. Tainsh, Sgt. DeForest L. Talbert, Sgt. 1st Class Linda Ann Tarango-Griess, Spc. Christopher M. Taylor, Maj. Mark D. Taylor, Capt. John R. Teal, Staff Sgt. Riayan A. Tejeda, Lance Cpl. Jason Andrew Tetrault, Spc. Joseph C. Thibodeaux, Master Sgt. Thomas R. Thigpen Sr., Cpl. Jesse L. Thiry, Sgt. Carl Thomas, Staff Sgt. Kendall Thomas, Spc. Kyle G. Thomas, Sgt. Anthony O. Thompson, Spc. Jarrett B. Thompson, Sgt. Humberto F. Timoteo, Capt. John E. Tipton, Pfc. Joshua K. Titcomb, Spc. Brandon T. Titus, Spc. Brandon S. Tobler, Sgt. Lee D. TodacheeneCpl. John H. Todd III, Sgt. Nicholas A. Tomko, Master Sgt. Timothy Toney, Pfc. George D. Torres, Lance Cpl. Michael S. Torres, 2nd Lt. Richard Torres, Spc. Ramon Reyes Torres, Lance Cpl. Elias Torrez III, Sgt. Michael L. Tosto, Spc. Richard K. Trevithick, Pfc. Andrew L. Tuazon, Staff Sgt. Roger C. Turner Jr., Pvt. Scott M. Tyrrell, 2nd Lt. Andre D. Tyson, Spc. Eugene A. Uhl III, Lance Cpl. Drew M. Uhles.

Rick A. Ulbright, Pfc. Daniel P. Unger, Spc. Robert Oliver Unruh, 1st Sgt. Ernest E. Utt, Sgt. Michael A. Uvanni, Staff Sgt. Gary A. Vaillant, Lance Cpl. Ruben Valdez Jr., Sgt. Melissa Valles, Spc. Allen J. Vandayburg, Spc. Josiah H. Vandertulip, Chief Warrant Officer Brian K. Van Dusen, Lance Cpl. John J. Vangyzen IV, Lance Cpl. Gary F. Van Leuven, Staff Sgt. Mark D. Vasquez, Spc. Frances M. Vega, 1st Lt. Michael W. Vega, Staff Sgt. Paul A. Velazquez, Cpl. David M. Vicente, Sgt. 1st Class Joselito O. Villanueva, Cpl. Scott M. Vincent, Staff Sgt. Kimberly A. Voelz, Staff Sgt. Michael S. Voss, Spc. Thai Vue, Lance Cpl. Michael B. Wafford, Sgt. Christopher A. Wagener, Sgt. Gregory L. Wahl, Staff Sgt. Allan K. Walker, Sgt. Jeffery C. Walker, Sgt. Donald Ralph Walters, Pvt. Jason M. Ward, Pfc. Nachez Washalanta, Lance Cpl. Christopher B. Wasser, Pvt. David L. Waters, Staff Sgt. Kendall Damon Waters-Bey, Maj. William R. Watkins III, Petty Officer 2nd Class Christopher E. Watts, Chief Warrant Officer Aaron A. Weaver, Spc. Michael S. Weger, Staff Sgt. David J. Weisenburg, Spc. Douglas J. Weismantle, Pfc. Michael Russell Creighton Weldon, Lance Cpl. Larry L. Wells, Chief Warrant Officer Stephen M. Wells, Spc. Jeffrey M. Wershow, Spc. Christopher J. Rivera Wesley, Sgt. James G. West, 1st Lt. Alexander E. Wetherbee, Spc. Donald L. Wheeler, Sgt. Mason Douglas Whetstone, Pfc. Marquis A. Whitaker.

Staff Sgt. Aaron Dean White, Lt. Nathan D. White, Sgt. Steven W. White, Lance Cpl. William W. White, Pfc. Joey D. Whitener ,Spc. Chase R. Whitman, Spc. Michael J. Wiesemann, Cpl. Joshua S. Wilfong ,Sgt. Eugene Williams, Lance Cpl. Michael J. Williams, Spc. Michael L. Williams, Sgt. Taft V. Williams ,1st Lt. Charles L. Wilkins III, Sgt. 1st Class Christopher R. Willoughby, Spc. Dana N. Wilson, Command Sgt. Maj. Jerry L. Wilson, Staff Sgt. Joe N. Wilson, Lance Cpl. Lamont N. Wilson, Lance Cpl. Nicholas Wilt, 1st Lt. Ronald Winchester, Spc. Trevor A. Wine, Lance Cpl. William J. Wiscowiche, Spc. Robert A. Wise, Spc. Michelle M. Witmer, Pfc. Owen D. Witt, Spc. James R. Wolf, 2nd Lt. Jeremy L. Wolfe, Sgt. Elijah Tai Wah Wong, Sgt. Brian M. Wood, Capt. George A. Wood, Spc. Michael R. Woodliff, Spc. James C. Wright, Pfc. Jason G. Wright, 2nd Lt. John T. Wroblewski, Lance Cpl. Daniel R. Wyatt, Pfc. Stephen E. Wyatt, Sgt. Michael E. Yashinski, Sgt. Henry Ybarra III, Pfc. Rodricka A. Youmans, Sgt. Ryan C. Young, Lance Cpl. Andrew J. Zabierek, Spc. Nicholas J. Zangara, Spc. Mark Anthony Zapata, Pfc. Nicholaus E. Zimmer, Cpl. Ian T. Zook, Lance Cpl. Robert P. Zurheide Jr.


May they rest in peace.

And may they forgive us someday.


-- Michael Moore

Yuyarisun

"Donde Están"

A donde se fue el eucalipto
a donde voló el "maicito chullpi"
donde se ocultan el "alicito torcido"
la "florecita de qantu"
el "waylla ichitu"
donde encontrar al "nisperito"
al "toronjilcito" en que quebrada
están el "maderito de chancas"
el "torito rojo" la "lluviecita suave"
en el cerro se hallan la "comadrejita"
el "insectito llorón" la "lagartijita".

Pregunta que te pregunta, mira que te mira,
escucha que te escucha los estoy buscando
¿Los acabaron los perros?
¿Se los tragó la tierra?
o alguna mano los ha enterrado
en tumbas comunes
¿Se volvieron árboles?
o tal vez en piedras
quizás ya sean tierra a lo mejor ya barro
o serán los pucuycitos que cada
amanecer de entre las nubes
nos vienen cantando,
o tal vez sean esas tierras
estrechas que cada anochecer
nos guiñan como temblando.

Escrito por Francisco Javier Franco Vivanco, poeta de la violencia política. Para que aquí, sigamos recordando.

Volviendo a lo nuestro

La chica más guapa

Tras cinco días de sol y temperaturas suaves empezaron a cernirse nubes sobre la isla. Por la noche llovió, y a la mañana siguiente había diez grados menos. Yo caminaba por el Rif, una inmensa planicie de arena en el sudeste de la isla, donde la tierra deja de ser tierra y el mar aún no es mar. No podía ver dónde comenzaba el agua, pero me pareció como si viera la curvatura de la Tierra. En ocasiones me topaba con las huellas de otro caminante. A lo largo y ancho no se veía ni un alma. Sólo había algún que otro montón de algas, algún pilote que sobresalía del suelo, negro y comido por las aguas marinas. En un lugar alguien había estampado con pies descalzos una palabra en la arena húmeda. Rodeé aquella escritura y leí "Alien". A lo lejos oí el transbordador que atracaría al cabo de media hora. Me pareció como si mi cuerpo entero oyera sus vibraciones monótonas. Luego comenzó a llover, fina e invisiblemente. Era una llovizna que me envolvía como en una nube. Di media vuelta y regresé.

Yo era el único huesped de la pensión. Wyb Jan tomaba té sentado en la sala de estar con su amiga Anneke. La sala estaba llena de maquetas de barcos. El padre de Wyb Jan había sido capitán de navío. Anneke preguntó si quería tomarme una tazade té con ellos. Les hablé de la palabra escrita en la arena.

-Alien -dije-, así es como me he sentido en el Rif. Ajeno, como si la Tierra me hubiera expulsado.

Wyb Jan rió y Anneke dijo:

-Alien es un nombre de mujer holandés. Alien Post es la chica más guapa de la isla.

-Tú eres la chica más guapa de la isla -le dijo Wyb Jan a Anneke y la besó. Luego me palmeó el hombro y dijo:

-Con este tiempo más vale quedarse en casa. Fuera se corre el peligro de perder la razón.

Entró en la cocina a buscarme una taza. Cuando volvió, encendió la luz y dijo:

-Te pondré una estufa eléctrica en la habitación.

-Me gustaría saber quién lo ha escrito -dijo Anneke-. ¿Crees que por fin Alien ha encontrado novio?.

Lluvia de hielo, Peter Stamm, 2002

jueves, noviembre 04, 2004

Wilkomen

Ciandra, una de las mejores amigas del mundo, lider de la temeraria banda Los Rodriguez, juró anoche en plena bomba abrir su blog porque le parece de lo mas paja. De ahora en adelante pueden visitarlo aquí.

Parte del Serenazgo

Informe 001-385-24-666 GDU

Siendo las 00:41 horas se produjo la intervención de la casa de las puertas amarillas como resultado de las protestas de los vecinos. Permítaseme señalar que este humilde cachaco no ha visto cosa igual en su vida. A continuación describiré la secuencia de hechos.

1. Tocamos las puertas amarillas. Las dos. Nadie abrió.

2. Tumbamos las puertas amarillas. Las dos. Se abrieron.

3. Una familia de palomitas daba sus últimos picotazos a un mendrugo de pan baguette. Escaparon volando.

4. Se procedió al arresto del pelucón DJ Pacha por estar requisitoriado por alterar el orden público en distintos medios impresos.

5. Pati pai, trasvestida en el indomable, hacía rimas sobre el Uajolote con pimienta y chile chipotle del canal gourmet. No pudimos arrestarla porque se nos escapó montada en un verso endecasilabo.

6. Play-in insistía con el aliento perfumado de canela en morder en el ombligo al que escribe esta acta. Se procedió a su traslado al manicomio Larco Herrera. Refería con insistencia que era la señorita Morrison número 8 y que antes había sido una muñequita de "biscuit" (sic).

7. Sara, que también quería mordernos, insistía en que estaba vacunada contra la rabia y el tuétano. Se le otorgó un "zocotroco" ahumado como se procede en estos casos.

8. La Rodriguez, lider de la temible banda criminal Los Rodriguez, se desvaneció ante nuestros ojos en un acto de completa, inexplicable y sicodélica desaparición.

9. Ch, fue arrestado con los ojos rojos por posesión de sapos (sí, esos que si lames te hacen ver a Deepak Chopra jugando ping pong con los Gaitan Castro).

10. Se procedió a decomisarle la cámara a Ricardo por considerarla evidencia. Además estaba muy moderna y nos pueden dar buen precio por ella.

11. Una mujer pequeña y delgada gritaba desopilantemente: "¡Nadie me separa de mi tacu tacu¡" "¡El tacu tacu nooooooo!". Mientras tanto, abrazaba a un surrealista Trogloides Temiblis, especie que hasta hoy, se creía extinta.

12. De pronto, Leuzor salió de una de las habitaciones en bolas. Salimos aterrados motivo por el cual el operativo terminó de forma tan abrupta. Solo alguien que veía concentradísimo a Bush por la tele quedó en la casa de las puertas amarillas.

13. Dos señoritas, una con una estrella flotando sobre uno de sus hombros y otra que se sentía pulpo, nos alcanzaron al salir y preguntaron algo acerca de comida vegetariana.

14. Horas más tarde se recibió la llamada de una mujer borracha que señalaba haber encontrado las zapatillas rojas del mago de oz. Decía ser Judy Garland.

Sirva el presente informe para señalar que este cachaco presenta su renuncia porque no quiere perderse la fiesta de disfraces de las 4000 visitas.

Atte,

La Tuya

PD del supervisor: La Tuya, no te hagas el responsable. ¿No que querías que comience el c/&"%## inte&%$#""? Renuncia aceptada.


miércoles, noviembre 03, 2004

Vamonos al rancho

Este blog está de fiesta.

A pesar de que me he esmerado en ser estricto con el contador de visitas, este ya marca 3000, muy a mi pesar -¡mentira!- y contra todo pronostico.

Por eso, estoy armando una fiesta descomunal para todos. Corcho libre así que traigan lo que quieran tomar. Y por acá andamos de vacas flacas así que algo de comida no estaría mal.

Por favor, eso sí, tómense un minutito en dejar su nombre o seudonimo en los comentarios, qué cosa están trayendo (para llevar la cuenta) y de dónde nos visitan, además de cualquier otra ocurrencia que se les venga a la mente.

Recuerden: es una fiesta y pueden hacer lo que quieran. A pique nos animamos con unos jueguitos y sorteos con premios para todos.

En fin. Los espero.

Onophrius

Dirección: Avenida Blogspot, pi al cuadrado, Ciberespacio.
Tocar la puerta amarilla dos veces (la chiquita no la grande)

En Arequipa

Aldo llevó a la princesa de los ojos grandes a la plaza de la iglesia San Francisco. Muy cerca de ahí vivía la señora Susana, una anciana que era conocida por darle pedacitos de pan a las palomas que rondaban la zona y por tener los dientes amarillos.

Cuando la princesa de los ojos grandes vió a la señora Susana cubierta por las plumas que soltaban las palomas al batir sus alas, se le abrieron aún más los ojos bajo riesgo de que saltaran de sus cuencas.

Aldo se sobresaltó un poco, pero entendió que todo andaba bien en cuanto la princesa se acercó a la anciana, quien sonriente, mostraba su dentadura de sarro.

De pronto, la señora Susana le dijo a la princesa algo al oído. La princesa, luego de que se recuperó de la conmoción, desplegó sus brazos y empezó a agitarlos como si fueran alas. Algo confundido Aldo vió cómo la princesa desaparecía volando detrás del campanario.

-Señora Susana, ¿qué fue lo que le dijo?

-Nada nuevo. Solo que en el fondo era una paloma.

(Inspirado en una historia maravillosa contada por Aldo para su hija)

martes, noviembre 02, 2004

raíz cuadrada de -1 es igual a irracional

Ahora si que todo está patas arriba: el blog que usted visita ocupa el honroso puesto 26 en el top 25 de blogs del Perú. Aquí, nadie deja comentarios, la taza de retorno es baja y se que ni mis amigos siguen el hilo de este juguete, quizá porque no tiene ninguno. Supongo que es una cosa provisional. Supongo también, que si iba a ocupar alguna posición, el único lugar que le queda como anillo al dedo a este blog, es el puesto 26 de un top 25. Ni modo: qué se le hace. Debe ser el influjo de Satie.

¿Quién es Hedone?

Esta es una historia muy vieja. Me regocija el espíritu que después de tanto tiempo alguien quiera escucharla.

Hubo una vez una mujer llamada Hedone y un hombre cuyo nombre no importa. Importaba, sí, su oficio, un empleo que se heredaba de padre a hijo, a través de los siglos y de las generaciones. Tenía a su cargo el manejo y mantenimiento de la pequeña embarcación que conducía a las almas más jóvenes al reino de los muertos. Su vida era tranquila porque nada codiciaba y, gracias a su trabajo, tenía comida, bebida y la promesa de una vida próspera.

Hedone, que era una sacerdotisa, construyó su templo a pocos metros del embarcadero. Era un edificio de colores como nadie había visto hasta entonces, y por sus ventanas se asomaban los aromas embriagantes de suculentas especias e inciensos, de aceites y escencias.

Atrapado por la curiosidad y los olores, el hombre se acercó una tarde a la ventana. Vió al interior un extraño ritual que no comprendió y a Hedone cubierta con un prenda de fino tul. Observó sus labios de seda. Pudo adivinar su cuerpo tras la tela y lo imaginó hecho de mar y gemas. La supo ajena de pronto. El hombre, en ese momento, cayó en la cuenta de que sin ella, era profundamente infeliz.

Una mañana, sintió que unos labios lo besaban y conducían a un mundo mejor. Soñó una casa con una cerca, dos niños que jugaban, seis ovejas, un perro. Unos labios de seda. Pero cuando abrió los ojos solo encontró una prenda de tul.

Se incorporó tan rápido como pudo y, nervioso, entró al templo. Hedone lo esperaba desnuda y palpitante. Cuando estuvo cerca de ella lo contuvo con un gesto de la mano. Luego le dijo con gravedad:

-Seré tuya cuando me traigas tu objeto más preciado.

El hombre volvió a su casa y recogió una reliquia de su abuela. Cuando Hedone la recibió le dijo:

-Aún no estoy contenta. Quiero el lugar en el que vives.

El hombre volvió a casa y buscó las escrituras de su propiedad. Cuando Hedone las hubo recibido exclamó solemne y caprichosa:

-Aún hay algo que me tiene insatisfecha. No quiero ser sacerdotisa. Quiero remar la barca de los muertos.

El hombre llevó a Hedone al embarcadero y le dijo:

-Ahora mi barca es tuya y nada poseo, salvo a ti.

-Ahora tu barca es mía -respondió presuntuosa-, y jamás navegarás en ella.

Desde entonces Hedone se lleva a los más jóvenes al reino de los muertos. Del hombre no se supo nada. Dicen que lo vieron bebiendo en los bares y en las calles, tentando a la muerte. Ahora ese hombre sabe que no morirá nunca y que será joven por siempre. En ciertas ocasiones, cuando se lo preguntan se anima a contar su historia por unas cuantas monedas. ¿Que cómo me llamo? Soy Hedonista, el remero sin barca ni rumbo.

(inspirado en Sinuhe el egipcio de Mika Waltari y como respuesta a una pregunta formulada por Luciano)