Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

viernes, octubre 29, 2004

Faltan voluntarios

Ayer estuve en un lugar chévere, no tanto por la atmosfera de lounge sofisticadon con música cumbiambera ni por la amable atención de las señoritas. Chévere porque todas las ganancias se distribuyen entre organizaciones que se ocupan de trabajos sociales (léase, niños de la calle, sida, madres adolescentes, etc) Queda en la calle Independencia, a media cuadra de la av. Pardo. Se llama Voluntarios. Dense una vuelta. Y bien vale la pena la chelita de 5 lucas.

jueves, octubre 28, 2004

Primer poema submarino

-Déjalo. No te pertenece.

Al niño pareció no importarle y empezó a monologar en una lengua sin forma. Luego vomitó y volvió a su camarote con el rostro inflamado.

El hombre de la boina, mientras tanto, se preocupaba por dejar bien clara su postura sobre la mesa. Chillidos en la sala de máquinas. Ratas o armatostes. Qué diablos.

Porque nadie es honesto en el sumergible. No lo es el cocinero que nos viene dando la hora. Tampoco el anatomista que enumera las especies. Menos el capitán que sigue hablando de veleros.

Y como hace meses que no hay combustible solo podemos ver la luz de los abisales. Nos hundimos. Pero a nadie le importa porque todos estamos a bordo.

miércoles, octubre 27, 2004

No me parece

LOS ANGELES (Reuters) - Las ballenas, marsopas y delfines del mundo han perdido el caso este jueves en el tribunal federal de apelaciones. De momento no tendrán derecho a demandar al presidente Bush por el uso de equipo sónico de la marina norteamericana que daña a las especies marinas.

Un panel de tres jueces de la corte de apelaciones del distrito nueve en San Francisco, largamente conocido como uno de los más activistas y liberales del pais afirmaron que no veían motivo alguno por el que los animales no puedan poner una demanda pero que, de momento, no se les había garantizado ese derecho. Si el Congreso y el Presidente tuvieran la intención de dar el extraordinario paso de autorizar a los animales como autorizan a la gente y entidades legales a demandar, podrían y deberían haberlo dicho claramente -escribió el Juez Fletcher en un documento de 18 páginas con sus opiniones para el panel.

Se trataba de un caso contra Bush y el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld por parte de la Comunidad Cetácea -definita en el mundo como ballenas, marsopas y delfines- representada por un abogado autoelegido, el activista de mamíferos marinos Lanny Sinkin.

Sinkin ha reclamado en el juicio que la marina norteamericana ha violado le Ley de Especies Protegidas con el uso de altas frecuencias sonoras que pueden causar daños en los tejidos y otros perjuicios a los animales marinos.

No ha habido ocasión de escuchar los comentarios de Sinkin acerca de la decisión del jurado, que ha delegado sobre un tribunal menor.

Extraído de La Petit Claudine

50 formas de sentirse inútil

Por lo visto no soy el único con demasiado tiempo libre. Estas son algunas cosas inútiles que la gente ha venido a buscar. Es bueno saber que finalmente de algo sirve.

lengua partida foto
cochinaditas
lupita ferrer
la casa de los espíritus como motivar su lectura
el condon arjona

charlie y la fábrica de chocolates
cochinaditas .com
chicas calatas
calatas
evangellio

foto de una vagina infectada
whatever happened to baby jane
cortejo de guillaume apollinaire
el senor de las moscas
vagina adonis foto

la libertad en el libro de william golding el señor de las moscas
cromwel jara
juicio sumario
bloggers idiotas
onophrius

el silver rolls y el gold rolls
mucamos
quiza no lo haga - judy blume
las grandes cosas
singularidad física

always sprinkle pepper.
las calatas
irene albert
division de versos
las brujas de dahl roald

lechuza historias
historias calientes
historias sobre la muerte
historias de las rancheras
historias de la fisica

historias sobre escuchar y leer
historias sobre problemas adolescentes
historias de narcos
historias de ingratitud
historias sobre perdonar

historias sobre la sabiduria
pequeñas historias de casi todo
pequeñas grandes cosas
grandes de la historia
cosas sobre el ingles

cosasinutiles.blogspot.com
cosas inutiles
cosas pequeñas valiosas
reflexologia de la mano
reflexologã­a

martes, octubre 26, 2004

Aparecido en el caldo de pollo con fideos de letras

Taumatawhakatangihangakoauauotamatea- pokaiwhenuakitanatahu

Chargoggagoggmanchauggagoggchau- bunagungamaugg

Gorsafawddacha'idraigodanheddogleddoll?nrhynareurdraethceredigion

Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndro- bwllllantysiliogogogoch

"Krung Thep Mahanakhon Amon Rattanakosin Mahinthara Ayuthaya Mahadilok Phop Noppharat Ratchathani Burirom Udomratchaniwet Mahasathan Amon Piman Awatan Sathit Sakkathattiya Witsanukam Prasit", que es el nombre poético de Bangkok, capital de Tailandia.

Algunas palabritas más.

lunes, octubre 25, 2004

Who loves Jessica?

People often ask, "How do I tell when my daughter is ready for the table?" Well, there's always some little variation, but generally the exact age falls somewhere between the fifth and sixth birthdays. During this period, the daughter acquires a smooth firmness totally free of flab or muscle, especially in the shoulders, buttocks, and thighs, areas which are the gourmet's delight. . . . A slight nip of the teeth will quickly reveal the precise degree of succulence. An ancient and surprisingly accurate test of readiness is to hold the buttocks one in each hand and squeeze gently. If the daughter says, "Grrrugchllllchllll," she is not yet quite ready. If she slaps your face, you have missed your opportunity. But if she giggles, she is just right.

The recipe printed here is the traditional one said to have been originated by the eleventh century Duke of Thuringia, Julian the Fertile. (Julian, incidentally, is said to have died from a surfeit of daughter.). . . .

For this recipe you will need:

1 pint of freshly pressed sunflower oil
1 bottle of very good Riesling Fresh herbs: rosemary and marjoram
12 ripe sliced papayas
3 cups Grand Marnier Dressing—a bikini top, black velvet choker, ankle socks (a gout)
1 gallon of whipping cream
1 red apple
1/2 lb. sesame seeds
And, of course,
1 moderately plump daughter

First wash the daughter thoroughly. (If she does not object to this, it is certain that you have misjudged her readiness.) Some gourmets omit this stage, finding that the pâté of scrambled egg, chocolate, and sand found on various parts of the body greatly enhance the end result.

Next take a larger platter, curved to catch the juices, and place the daughter on it. Rub oil gently into the skin, particularly around the rump, shoulder, and cheek, these being the most exquisite delicacies if properly browned. . . .

Now turn the daughter on her tummy in a kneeling position so that her head rests on her hands. Place the sprigs of herb in the gently rounded crevices that will be formed. If she giggles at this point, reprimand her. Then scatter the sliced papaya all over her and rub the liqueur wherever you like. If she persists in giggling, tap her lightly with a rolling pin. . . .

At this point, the daughter will probably want to get up and go to the bathroom or play something else like prince and princess. If so, let her get up off the platter and give her some chocolate. If not, eat her.

National Lampoon, Tony Hendra, 1971

sábado, octubre 23, 2004

va + wa = 14 con roche

jueves, octubre 21, 2004

La zona (uno, supongo)

Una vez estuve en la zona. A todos los que han estado en la zona les encantaría volver pero por algo se retiran. Además, está muy mal visto, lo cual termina siendo bastante bueno. Ayer, casi regreso por culpa del olfato y de mi propia mano. Afortunadamente, el azar y la angustia han jugado de mi lado. Y estoy libre de toda culpa aunque nunca se puede cantar victoria en esta materia.

martes, octubre 19, 2004

Angelus

Querido Dios:

No he recibido noticias tuyas desde que era chico. Y eso que anduve buscandote por todas partes: en Kuala Lumpur, en Riga, en Hollywood. Consulté con los canales oficiales, hice las preguntas adecuadas a la gente pertinente, pedí consejo a los que te rodean. Incluso recurrí a caminos poco ortodoxos. A fín de cuentas, no pude encontrarte. Así que me he quedado jugando con los malos todo este tiempo. Y debo confesar que hasta ahora todo estuvo bueno. God love's you but the demon has candy, dicen.

Pero hoy te me apareciste mientras construía un experimento sobre la luz eléctrica y me diste una cita. Supongo que para confirmar algo que ya sabíamos: no soy de tu tipo. Al cabo que ni quería. Total, me conformo con esto.

Arderé por siempre,

J.

PD: Amén.


viernes, octubre 15, 2004

Para acabar con algunas preguntas



Todo lo que usted siempre quiso saber sobre Física y nunca se atrevió a preguntar


Me alivia mucho que el Universo tenga por fin una explicación. Empezaba a pensar que el problema era yo. Parece ser que la Física, como los parientes fastidiosos, tiene todas las respuestas. El Big Bang, los agujeros negros y el magma primordial aparecen todos los martes en la sección científica del New York Times, gracias a lo cual mi comprensión de la relatividad general iguala ahora a la de Einstein. Me refiero a Einstein Moomjy, el vendedor de alfombras.

¿Cómo podía ignorar que en el Universo hay unas cosas chiquitas, de la escala Planck, que miden un millonésimo de un billonésimo de un billonésimo de un billonésimo de centímetro? ¡Qué difícil encontrarlas si se nos cayeran en un cine a oscuras! ¿Y la gravedad? ¿Como funciona? Si dejara de funcionar, ¿los restaurantes finos seguirían exigiendo saco y corbata?

Todo lo que yo sé de Física es que para un hombre que está de pie en la costa el tiempo pasa más rápido que para un hombre que está en un bote, sobre todo si el del bote está con su esposa. El último milagro de la Física es la teoría de las cuerdas, que ha sido anunciada como una TdT, o Teoría de Todo. Y "Todo" podría incluir perfectamente el incidente que me ocurrió la semana pasada. Paso a referirlo.

El viernes me desperté, y como el Universo está en expansión me llevó más tiempo que el habitual encontrar mi salto de cama. Eso hizo que saliera a trabajar más tarde, y como los conceptos de "arriba" y "abajo" son relativos, el ascensor en el que me metí subió hasta el techo, donde se me hizo muy difícil encontrar un taxi.

Tengan en cuenta que un hombre que viajara a bordo de un cohete a la velocidad de la luz habría llegado al trabajo a horario, o incluso un poco antes, y ciertamente mucho mejor vestido. Cuando por fin llegué a la oficina y fui a ver a mi jefe, el señor Muchnick, para explicarle mi retraso, mi masa empezó a aumentar a medida que me acercaba a él, lo que él interpretó como una señal de insubordinación.

Hubo algunos comentarios desagradables sobre la posibilidad de reducirme el sueldo, que, al lado de la velocidad de la luz, es de todos modos bastante pequeño. Lo cierto es que, comparado con la cantidad de átomos que hay en la galaxia Andrómeda, lo que gano es bastante poco. Traté de explicárselo al señor Muchnick, que me dijo que lo que yo no tenía en cuenta era que el tiempo y el espacio son una misma cosa.
Me juró que si la situación llegaba a cambiar me daría un aumento. Le señalé que, dado que el tiempo y el espacio eran lo mismo, y que lleva unas tres horas hacer algo que al final termina teniendo un metro ochenta de altura, es imposible que cueste más de 5 dólares. Una cosa buena del hecho de que tiempo y espacio sean lo mismo es que si viajamos hasta los confines del Universo y el viaje insume tres mil años terrestres, cuando volvamos todos nuestros amigos estarán muertos, pero ya no necesitaremos ponernos Botox.

Volví a mi oficina con la luz del sol chorreando por la ventana, y me dije que si nuestro gran astro dorado explotara de golpe, todo el planeta se saldría de su órbita y saldría despedido hacia el infinito para siempre, otra buena razón para llevar siempre un celular encima.

Por otro lado, si en algún momento llego a poder viajar a más de 186 mil millas por segundo y consigo apresar una luz que nació hace siglos, ¿podré entonces retroceder en el tiempo hasta el antiguo Egipto o la Roma imperial? Pero, ¿qué diablos podría hacer allí? ¡Si no conozco a casi nadie!

En ese momento entró nuestra nueva secretaria, la señorita Lola Kelly. Y bien: si lo que está en debate es si las cosas están hechas de partículas o de ondas, la señorita Kelly –definitivamente– está hecha de ondas. Te das cuenta de que es pura onda cada vez que camina hacia el dispensador de agua. No es que no tenga buenas partículas, pero seguro que fueron las ondas las que le permitieron conseguir esos aros de Tiffany’s. También mi mujer es más ondas que partículas. Sólo que sus ondas han empezado a colgar un poco. O quizás el problema de mi mujer sea que tiene demasiados quarks. Lo cierto es que últimamente es como si hubiera pasado demasiado cerca del horizonte de acontecimientos de un agujero negro y algo de ella –no todo, por amor de Dios– hubiese quedado atrapado adentro. Eso le da una forma bastante rara. Espero que pueda corregirse con una buena fusión en frío.

Siempre le he aconsejado a todo el mundo que evite los agujeros negros, porque, una vez adentro, se hace extremadamente difícil salir y seguir teniendo oído para la música. Si por casualidad cayéramos en un agujero negro y lo atravesáramos completo y saliéramos por el otro lado, probablemente viviríamos toda nuestra vida una y otra vez, pero estaríamos demasiado comprimidos como para salir a levantar chicas.

Así que me acerqué al campo gravitacional de la señorita Kelly y sentí que mis cuerdas vibraban. Lo único que sabía es que tenía ganas de tocar sus gluones con mis bosones débilmente calibrados, meterme en un agujero de gusano y hacerle algunas perforaciones cuánticas.

En ese momento me paralizó el principio de incertidumbre de Heisenberg. ¿Qué podía hacer, si ya no era capaz de determinar su posición exacta ni su velocidad? ¿Y qué sucedería si de golpe yo provocaba una singularidad, es decir, una ruptura devastadora en el espacio-tiempo? ¡Son tan ruidosas! Todo el mundo me miraría y me avergonzaría delante de la señorita Kelly. Ah, pero esa chica tiene una energía oscura tan buena... La energía oscura, aunque hipotética, siempre me ha excitado, sobre todo en una mujer con protrusión maxilar.

Se me ocurrió que si lograba meterla cinco minutos en un acelerador de partículas con una botella de Château Lafite me quedaría junto a ella y nuestros quanta se acercarían a la velocidad de la luz y su núcleo chocaría con el mío. Por supuesto, en ese mismo instante se me metió un trozo de antimateria en el ojo y tuve que buscar un hisopo para sacármelo. Ya había perdido toda esperanza cuando se volvió hacia mí y me habló.

–Lo siento –dijo–. Estaba por pedir café con medialunas, pero no recuerdo la ecuación de Schrödinger. Qué tontería, ¿no? Me la olvidé.

–La evolución de las ondas probabilísticas –dije–, pero si vas a pedir, yo quisiera un muffin inglés con muón y un té.

–Perfecto –dijo, sonriendo coqueta y acurrucándose.

Yo podía sentir cómo mi empalme invadía su campo débil mientras oprimía mis labios contra sus húmedos neutrones. Debo haber alcanzado alguna clase de fisión, porque lo único que recuerdo es que después estaba incorporándome del suelo con un moretón del tamaño de una supernova en un ojo.

Supongo que la Física puede explicarlo todo menos el sexo blando, aunque a mi mujer le dije que el ojo se me puso en compota porque el Universo se estaba contrayendo, y no expandiendo, y justo en el momento en que se contraía yo no estaba prestando atención.

Aparecido en el diario argentino Página 12 hace años-luz

lunes, octubre 11, 2004

tributo... creo

J a c q u e s
D e r r i d a


...adios

¿...?

Al parecer me han dado un premio. Me siento estúpido y feliz.

sábado, octubre 09, 2004

Esperando a Godot en el jirón Lampa

j says:
Oe tio, no entiendo nada
j says:
de verdad estoy sentando en la compu sin que nadie me de razón
j says:
que hago? safo cuando quiero? cómo es la wada
j says:
contesta porfa...

lunes, octubre 04, 2004

Estos huesos salieron de aquí

About two years ago, Juliette and Julian Huxley, old friends of Henry Moore, gave him an elephant skull. It was a most welcome gift and he noted with characteristic enthusiasm: "One finds in it all sorts of qualities that bones generally seem to have, including some parts thick and solid and other parts almost paper thin. Nature's sense of strength and structure is one of the marvellous things that you discover in studying such bones."

Prólogo del Catálogo de la muestra Elephant Skull: Original etchings by Henry Moore, Alistair Grant, 1970


viernes, octubre 01, 2004

Here is Johnny... again

"But I don't want to go among mad people," Alice remarked.
"Oh, you can't help that," said the Cat: "we're all mad here. I'm mad. You're mad."
"How do you know I'm mad?" said Alice.
"You must be," said the Cat, "or you wouldn't have come here."
Alice in Wonderland, Lewis Carroll, 1865