Este no es un blog: es una cajita de chocolates en una mesa huérfana. Tome cuantos quiera. Eso sí, deje algunos para el resto.

miércoles, abril 30, 2008

Refranero

Los que no comen pescado no saben mentir pero son más gordos.

Deseos

por Grace Paley

Vi a mi ex marido en la calle. Estaba sentada en las escaleras de la nueva biblioteca.

Hola, mi vida, dije. Habíamos estado casados veintisiete años, así que me sentía justificada.

Él dijo, ¿Qué? ¿Qué vida? La mía desde luego que no.

Y yo, Bueno. No discuto cuando hay verdadera discrepancia.

Me levanté y entré en la biblioteca a ver cuánto debía.

La bibliotecaria dijo que treinta y dos dólares en total, y lleva usted debiéndolos dieciocho años. No negué nada. Porque no entiendo cómo pasa el tiempo. He tenido esos libros. He pensado con frecuencia en ellos. La biblioteca sólo queda a dos manzanas.

Mi ex marido me siguió a la sección de devolución de libros.

Interrumpió a la bibliotecaria, que tenía más que decir. En varios sentidos, dijo, cuando miro hacia atrás, atribuyo la disolución de nuestro matrimonio al hecho de que nunca invitaste a cenar a los Bertram.

Es posible, dije. Pero, en realidad, si recuerdas: primero, mi padre estaba enfermo aquel viernes, luego nacieron los niños, luego tuve aquellas reuniones de los martes por la noche, luego empezó la guerra. Luego, era como si ya no les conociésemos. Pero tienes razón. Debería haberles invitado a cenar.

Entregué a la bibliotecaria un cheque de treinta y dos dólares.

Confió plenamente en mí, se echó a la espalda mi pasado, dejó limpio mi expediente, que es exactamente lo que jamás harán las otras burocracias municipales y/o estatales.

Pedí prestados de nuevo los dos libros de Edith Wharton que acababa de devolver, porque hacía mucho tiempo que los había leído y ahora son más oportunos que nunca. Los libros eran The House of Mirth y The Children, que trata de cómo cambió la vida de Estados Unidos en Nueva York en veintisiete años, hace cincuenta.

Una cosa agradable que recuerdo muy bien es el desayuno, dijo mi ex marido. Me sorprendió. Nunca tomábamos más que café.

Luego recordé que había un agujero en la pared del armario de la cocina que daba al apartamento contiguo. Allí siempre tomaban tocino ahumado, curado con azúcar. Daba una sensación majestuosa a nuestro desayuno, aunque nosotros nunca llegáramos a quedar ahítos.

Eso fue cuando éramos pobres, dije.

¿Es que alguna vez fuimos ricos?, preguntó.

Bueno, con el paso del tiempo, a medida que nuestras responsabilidades aumentaron, ya no pasamos necesidades ni apuros.

Tú lograste resolver los problemas económicos, le recordé.

Los niños iban de colonias cuatro semanas al año y llevaban ponchos decentes, con sacos de dormir y botas, como todos los demás. Tenían un aspecto espléndido. Nuestra casa estaba caldeada en invierno, teníamos unos cojines rojos muy lindos, y otras muchas cosas.

Yo quería un barco de vela, dijo. Pero tú no querías nada.

No te mortifiques, dije. Nunca es demasiado tarde.

¡No!, dijo con gran amargura. Puedo conseguir un barco de vela. La verdad es que tengo el dinero suficiente para una goleta. Me van muy bien las cosas este año, y creo que me irán aún mejor. En cuanto a ti, es demasiado tarde. Tú nunca desearás nada.

A lo largo de aquellos veintisiete años mi ex marido habíatenido la costumbre de hacer comentarios hirientes que, como el desatrancador del fontanero, se abrieran paso oído abajo, bajaran por la garganta y llegaran hasta mi corazón. Y entonces desaparecía y me dejaba con aquella sensación de opresión que casi me ahogaba. Lo que quiero decir es que me senté en las escaleras de la biblioteca y élse fue.

Eché un vistazo a The House of Mirth, pero perdí interés. Me sentía sumamente acusada. Qué le vamos a hacer, es verdad, ando escasa de deseos y de necesidades absolutas. Pero la verdad es que hay cosas que quiero.

Quiero, por ejemplo, ser una persona distinta. Quiero ser la mujer que devuelve esos dos libros en dos semanas. Quiero ser la ciudadana eficaz que cambia el sistema escolar y comunica al Comité de Presupuestos los problemas de este querido centro urbano.

Había prometido a mis hijos poner fin a las guerras antes de que fueran mayores.

Hubiera querido estar casada para siempre con la misma persona, bien mi ex marido, bien mi marido actual. Cualquiera de los dos tiene suficiente personalidad para llenar una vida, lo cual, si bien se mira, tampoco es tanto tiempo. En una vida breve no puedes agotar las cualidades del hombre ni meterte debajo de la roca de sus argumentos.

Esta mañana, precisamente, me asomé a la ventana para mirar un rato la calle y vi que los pequeños sicomoros que el ayuntamiento había plantado soñadoramente un par de años antes de que nacieran los niños habían llegado a su plenitud.

¡Bueno! Decidí devolver aquellos dos libros a la biblioteca.

Lo cual demuestra que, cuando surge una persona o un acontecimiento que me conmueve o me hace darme cuenta de mi propia valía, soy capaz de obrar de manera adecuada, aunque sea más conocida por mis comentarios afables.

Traducción de J. M. Álvarez Flórez y Ángela Pérez
Cuentos completos (Anagrama)

lunes, diciembre 11, 2006

Benedetti a los 86

Recuerdo una experiencia muy curiosa que me pasó en Guadalajara. Habíamos dado ese recital que hacíamos con Daniel Viglietti, A dos voces, y después nos pusieron en una habitación para quienes querían que les diéramos autógrafos. Vinieron un hombre y una mujer y me dijeron: "Queríamos saludarlo porque nosotros estuvimos casados; ahora estamos separados, pero nos conocimos por un poema suyo". Yo me quedé en Guadalajara y un día que estaba firmando en una librería estas dos personas volvieron a aparecer. Me dicen: "Vinimos de nuevo a saludarlo porque estuvimos leyendo otra vez sus poemas y nos vamos a casar de nuevo".

lunes, noviembre 20, 2006

La lección

para la miss Soledad

De niño tuve un atlas y una profesora de geografía. A la profesora nunca la entendí: era una anciana con cataratas en los ojos, que ordenaba colorear los mares de las ilustraciones de color amarillo o negro y que pretendía demostrar que así como los andes se elevaban hacía el cielo, la culpa nos enterraría para siempre. La profesora de geografía también enseñaba religión.
El atlas tenía fotografías de animales, contornos sinuosos y un montón de números. Gracias al atlas entendí que no importaba cuanto porfiara Colón en la clase de historia, la tierra seguía siendo plana, que Mozambique se veía rosado desde arriba y que las matemáticas no eran tan relevantes puesto que todo lo que importaba ya se encontraba cuantificado. Era 1988 y el mundo lo era todo.
Una tarde la profesora empezó sudar y se le abrió la mano con un estremecimiento. Nosotros no pudimos contenernos y reímos sin querer, quizá por puro nerviosismo. Cayó una silla y se escuchó un crujido. Tambaleante -goteaba sangre desde su nariz al suelo-, se aferró al globo terráqueo que como un trofeo se mostraba en su escritorio. Ese día comprendí a la profesora de geografía.
El globo terráqueo decidió saltarse de su eje y se precipitó hacia el fondo del salón. La profesora no tuvo más un mundo que la mantuviera en pie y, como un latido, cayó al suelo de pronto. A partir de ese momento todo lo que conocíamos cambió para nosotros y según me enteraría más tarde, se dibujaron nuevas fronteras. Lo único que podía escucharse en el salón era una respiración profunda que lentamente se apagaba. La tierra se detuvo sobre un pequeño mar rojo, entre una mejilla arrugada y una silla rota. Eventualmente, el aula quedó vacía.
Cuando llegué a casa cerré para siempre el atlas y le dije adiós a sus animales. Nunca, aunque intenté, pude volver a misa.

lunes, agosto 14, 2006

S intermitente

Me han dicho que S hace las cosas porque quiere encontrar amor. S no sabe por qué hace las cosas, de eso estoy seguro. Si supiera no buscaría donde encuentra otras cosas que no son amor. S es, en cierta forma, una buena maestra.

Por mi parte no sé que estoy buscando. Sí se que ando un poco aburrido. Osea, lo de siempre. "Estoy tomando vacaciones", me he estado repitiendo, sólo porque S decía lo mismo. Y en parte era cierto. "Voy a tomar vacaciones de mis vacaciones", comentó después, lo cual me pareció una excelente idea. Supongo que de eso se trata, así que otra vez haré lo mismo que S. Sólo que ahora solo. Supongo que eventualmente había que llegar a ESE punto.

martes, agosto 01, 2006

Tengo una casa en un árbol

está en mi cabeza.

miércoles, julio 26, 2006

Distancia

Ver de lejos obliga a forzar la vista. Y en esos casos, cuando finalmente ves de cerca, ves menos.

La distancia siempre es saludable. Sobre todo al comienzo.

domingo, julio 23, 2006

Dos vidas

Le gustan las máscaras, los rabanitos y el nácar. Jugar naipes por la tarde y destapar botellas de cerveza. No bebe pero es noctámbulo, y prefiere el pescado crudo, como los japoneses. Se gusta. Es el hombre de las vacaciones.

Pero hay otro.

El otro, se levanta temprano todos los días. Hace ejercicio, lee los diarios, come saludable. Toma vino con las comidas, le gustan las carnes -"termino medio"-, y las bernejenas. No se gusta. Trabaja. Siempre.

Un día -o una noche, no importa-, los dos se reconocen y se miran a los ojos. Luego pasan de largo porque intuyen que acaba de suceder algo importante y que no volveran a ser los mismos. "Ese es el problema", piensa cada uno por su lado sin saber muy bien en qué está pensando. Luego parpadean y olvidan el asunto.

martes, julio 18, 2006

Actividades recreacionales

Este era un tipo al que le gustaba soltar las riendas. Un día, jugando bochas, se dio cuenta de que de eso no se trataba.

"El propósito de toda relación siempre es ver de qué se trata la relación", le había comentado un amigo equilibrista, mientras tomaban un café.

"Las bochas se intervienen", volvió a pensar horas más tarde, cuando arreglaba el jardín.

Desde entonces, practica equitación en un pony, todos los martes, por la mañana.

jueves, mayo 25, 2006

Freak out!

Un 25 de mayo de 1977 se estrenó "Star Wars", alterando para siempre el bestiario humano de especies urbanas. El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra...

¡Feliz día del orgullo Friki!

(No se pierdan esta genialidad)

domingo, mayo 07, 2006

Un acontecimiento hipotético

Iba a pasar. Pero me acobardé. Como consecuencia, muchas consecuencias dejaron de serlo. Ahora me miran resentidas e impacientes y no entienden porque tampoco pasaron. Ahora todos somos hipotéticos, y la historia como nos dijeron que sería no tiene ningún sentido. Ahora, aún no es, y posiblemente no lo sea nunca. Mejor no hablemos de posibilidades. Tengo miedo: todo es posible.

En caso de incendio

1. Salte.

2. Abra los ojos.

4. Gesticule ampliamente.

5. Recuerde dos o tres cosas que no debería dejar de lado.

6. Arróllese sobre sí mismo y arrúllese.

7. Espere.

sábado, mayo 06, 2006

Algunos asuntos demasiado cotidianos

El único líquido sin el cual moriríamos sabe a nada.

Las frutas de cera son frutas crueles.

Ahora se le dice modelo a una chica linda si es que sabe caminar.

Nunca es fácil quitarle un dulce a un bebé.

Lugar común: "el sentido común es el menos común de todos".

domingo, abril 30, 2006

Pop!

"Nosotros amamos los días de sol, las plantas, los Rolling Stones, las medias blancas, rosadas y plateadas. Las pieles, Saint Laurent y el young savage look, las canciones de moda, el campo, el celeste y el rosa. Ringo y Antoine, las nubes, el negro, las ropas brillantes, las baby-girl; las girl-girl, los boy-girl, las girl-boy y los boy-boy"

martes, abril 04, 2006

¿Qué sería del siglo XXI si la raza dominante fuera el chancho?

pos esto...

domingo, marzo 26, 2006

Solo se detuvo dos segundos

Los dos segundos:

1.

Poema reconociendo a alguien en la calle

ey?h
e?he
hey!

Aram Saroyan, Pages


2.

La mirada en la calle Dušní

( )

o

algo
así
como
seguir
de
largo

Par Kade, Alarice

jueves, marzo 09, 2006

Eielson se fue...

...y a mí me encantaría que esto tuviera forma de ave.

(Más información aquí)

(Parte de su obra, aquí)


lunes, marzo 06, 2006

ZZzz..

Este iba a ser un post.

Iba a escribir sobre la extraña facilidad que tengo para quedarme dormido en cualquier casa que no es mia. En sillones, mesas, incluso el suelo. Por eso me gustan los hoteles y por eso las conversaciones hasta muy tarde. Me acuerdo de la alfombra peluda de la abuela que ahora está en mi cuarto y que ahora me da muy pocas ganas de dormir. Me acuerdo de la habitación de al lado en la que siempre termino porque ronco. Me acuerdo de quedarme dormido en apagón y en silencio, y de no saber si en verdad estoy dormido. A veces me dan ganas de no acordarme de nada y dormir siempre.

"En cinco minutos me monto una habitación en donde sea", decía un personaje de Koltès. Ultimamente, soy yo.

"El hombre que no podía irse", soy yo.

El que no estuvo, soy yo.

No se bien de que se trata todo esto, pero algo está pasando.

Tal vez tenga que ver con el horóscopo... -¿les he contado que ahora creo en los horóscopos?- en fin. Será un buen año, dice, lo cual, desde luego, no tienen ningún sentido. Le creo, desde luego.

Entonces, no se bien.
Y nada. Y ya.

lunes, febrero 27, 2006

Your not paying attention

martes, febrero 21, 2006

El escape

Hace algunos años jugabamos a los animales. Ahora me gustaría ser águila, delfín o elefante. En ese entonces era lagartija.

Me gustaban las piedras y su temperatura móvil. El silencio. El color. Su capacidad para desprenderse de las cosas, su fría territorialidad, su cola.

Me gustaban las lagartijas porque a nadie le gustaban las lagartijas.

Siempre creí que la lagartija era el animal más inteligente del mundo porque sabía que debía huir siempre. Cuando crecí también fui creyente de las fugas. Y si no preguntenle a Deleuze que hace rato que nos conocemos y hasta ahora nos llevamos bien. Y por eso me hubiera gustado dejar a veces la mano en la mesa o la pierna en el agua como la lagartija dejó hace algunos años la cola en la mano -mi mano-, sin voltear a mirarse la pierna y sin dejar de mover la cola.

(Una vez dejé un pedazo de ceja en el concreto y un trocito de clavícula en el auto. pero nunca la mano).

A veces, cuando era lagartija, pensaba en las águilas, los delfines, los elefantes. Pero no me duraba mucho, porque para las lagartijas solo existen los insectos. O al menos así me nacía.

(Me acuerdo de mí llegando a la casa de playa con la lagartija moviendose completa en la mano. Mi mamá decía que la lagartija tenía que quedarse en su casa porque en la nuestra no había sitio)

(Me había tomado mucho tiempo domesticarla)

(Me sentí como un insecto)

(Daba pena)

Caminé hasta la orilla. Levanté la cabeza.

La lagartija levantó la cabeza lentamente y caminó timida sobre la roca. El mar se escuchaba al fondo como un suave murmullo.

De pronto, separó su cola con las patas y fue a guardarla en el bolsillo de mi polo.

-A veces -me susurró al oído-, vale la pena mirar atrás.

Sacó la lengua y se fue entre una ranura como un silencio. Pronto fue como si nunca la hubiera visto.

jueves, febrero 09, 2006

Réquiem

Mothra dice:
Los monstruos no somos nada sin tu música de fondo.

miércoles, febrero 08, 2006

música abstracta

der et miu ne lim zed tube

martes, febrero 07, 2006

"Ese Avedon... vino aquí, me hizo una foto y a los 15 días se murió, nunca la he visto"

PD: continuará...

domingo, diciembre 11, 2005

Liso

El tipo más puro es un hombre inmóvil y el mejor aire no es el más transparente.

Así las cosas, no cabe la continuidad, toda ruptura es beneficio y la permanencia es un color navegable solo los fines de semana.

El resto es consecuencia, y la verdad es que está venida a menos.

martes, diciembre 06, 2005

"Antes te voy a contar algo: vengo llegando de casar a Marilyn Manson"

viernes, noviembre 25, 2005

Today the birds fly just for you. Snowing regards from Slovenija.

Hoy cumple. Hay fiesta.

lunes, noviembre 21, 2005

0

1.

2. Tampoco era hora para nosotros, comentas. Ni era una noche ni era el recelo. Ni la comida caliente. Ni el abrazo. Porque a veces uno se pone así como metafísico a pesar de la claridad de las cosas. Y a uno le importan más otros asuntos, como el

abecedario

Ave se s.

Uno se pone así como metafísico.

Pero pronto regresas. Una letra.

3. Ahora te tornas cristalino.

4. Z.

domingo, noviembre 20, 2005

circo chino

Ir al circo. Comer algodón de azúcar. Manzanas acarameladas. Barquillos. Gaseosa en vaso. Todo bien.

Nico tiene ocho años y es el niño más bueno del mundo. No ve nada porque un señor muy alto se ha sentado delante de él.

-Si te sientas sobre tu pie, verás mejor.

Nico se sienta sobre su pie. Ve mejor y se le ve conforme.

Una señora le toca el hombro y le dice:

-Oye niño, no te puedes arrodillar porque no veo nada.

Nico me mira.

-Señora, "el niño" solo se ha sentado sobre su pie.

-¡Y usted encima le da el ejemplo! Con razón...

-Señora, usted está en lo cierto. Ya no se va a sentar sobre su pie. Nico, te cambio de sitio.

Entonces, le cambio de sitio. Como yo soy más alto, ahora la señora no ve nada. Nico está en el que era mi sitio y mira el espectáculo feliz.

La señora deja de ser una señora para decirme hijodeputamalparido. Yo me hago el idiota porque conmigo no es. Mientras disfrutamos nuestro algodón de azúcar, la señora requinta, se para y se va. A todos los que lo vimos, el circo nos pareció genial.

Insisto

Hay gente que tiene demasiado tiempo libre.

jueves, noviembre 10, 2005

kann ich blond sein? (ensayo sobre el racismo y el bilingüismo ficticio)

Señora ama de casa: si el niño ya no es tan niño y empieza a hacer preguntas incómodas, no dude usted en comprar este libro maravilloso que ilustra como se hacen los bebés en Alemania. Quizá, por comparación, usted pueda explicarle de dónde vino él, a pesar de venir en ilustraciones de otro idioma. Quizá, a pesar de la gráfica y de su verbo florido, él no la entienda. En el peor de los casos la próxima pregunta se hará en alemán y se volverá rubio. En el mejor, desaparecerá de pronto de su vista y se encontrará de la mano de una mujer que usted no conoce en Heinrich-Heine-Platz. De cualquier modo, usted quedará satisfecha. Si no, pruebe con esto y le devolveremos su dinero. Mejor: la próxima vez compre el libro en español.

martes, noviembre 08, 2005

La chica más linda de la fiesta se fue a su casa a dormir y dejó a todos los chicos de la secundaria oliendo a cerveza

(una teen movie con Molly Ringwald)



sobre el asunto de quién podrá salvarlo,
déjeme decirle que... usted hace rato es insalvable
y eso... es buenísimo



(gracias por las palabras)

domingo, noviembre 06, 2005

Yo también quiero volar

Hoy por la mañana puse entre estos paréntesis un poquito de aire fresco: ( )

jueves, octubre 27, 2005

La doble lección (a-ve(z)-es)

para Kasha

querida profesora,
¿puedo ser el tipo verde que levanta la esquina de la sábana?
es que en realidad no me gustan los gestos circunspectos ni la alquimia.
tampoco dar excusas. ni el tipo de asuntos que pretende.
como vez -ahora ves con claridad-, nada a cambiado, salvo lo de los dedos largos y la casaca sucia.

(felizmente, a veces pienso que en el fondo es bueno dejar el codo al aire)

(felizmente, se me pasa pronto)

saludos a Marcim y a todos en casa.

j.

lunes, octubre 24, 2005

Toto, I've got a feeling we're not in Kansas anymore...

...y otras 99 citas increíbles extraídas de películas (según el AFI que no es poca cosa).

domingo, octubre 23, 2005

Matemática, naturaleza y poder


Varios miles de estorninos escapan del ataque de un halcón. Contundente... ¿no?